Una tradición centenaria: el Rosario de la Aurora

Los albaicineros fundadores de la actual Hermandad de la Aurora buscaban, con empeño, devolver al barrio una devoción por la Aurora que se había perdido, como muchas cosas en Granada, por lo difícil que fue el siglo XIX en nuestra ciudad. Una extendida devoción, que nació en el siglo XVII y conoció su punto más álgido en el setecientos. Su particular iconografía caracterizó al antiguo reino de Granada y a otras zonas limítrofes, donde se erigió en uno de los principales referentes marianos. El culto a la Virgen de la Aurora sigue latente y tiene como exponentes en nuestra provincia a María Santísima de la Aurora del Albayzín Coronada en la iglesia de Santa María de la Aurora y San Miguel, Ntra. Sra. de la Aurora de Ogíjares en la iglesia parroquial Ntra. Sra. de la Cabeza. Ntra. Sra. de la Aurora de Otura en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Paz, Ntra. Sra. de la Aurora de Santa Fe en la iglesia parroquial de la Encarnación y Ntra. Sra. de la Aurora de Las Gabias en la iglesia parroquial de la Encarnación.

Atravesada por la muralla de la Alcazaba Cadima (Vieja) se abría la bib-Al-Hazarin (puerta de los Estereros) llamada tras la conquista «Arquillos de la Alcazaba»; existía tras ella un terreno acotado, donde se enterraban los cristianos y en el tal lugar, mandaron los Reyes Católicos alzar una ermita dedicada al culto de San Gregorio Bético. Ahí, en plena Calderería en 1698 se fundaba la Antigua y Venerable Hermandad de la Aurora. El 8 de mayo de dicho año, se documenta la bendición de la imagen de la Virgen. Todos estos datos los conocemos gracias a las investigaciones de Antonio Padial y Miguel Luis López-Guadalupe. Respondía a un encargo de la recién fundada hermandad en su honor, con sede en la iglesia de San Gregorio Bético del bajo Albaicín, por entonces convento de los Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo. Se trataba de una hermandad de eminente carácter rosariano, y que conocemos gracias a que sus constituciones fueron copiadas por la homónima del pueblo de las Gabias. Fue la primera Hermandad de la Aurora. La Imagen pertenecía al taller de los Mora, con gran parecido en el rostro a la Inmaculada de la iglesia de San José, atribuida a Diego. Llama la atención el hecho de que llevara túnica roja y manto verdoso en lugar de los habituales colores concepcionistas, lo que nos hace pensar en que pueda tratarse de una de las primeras imágenes que representan dicha iconografía mariana. Desde el siglo XIX se encuentra en la clausura del convento dominico de la Piedad.

El rezo del Rosario de la Aurora lo instituyó esta Hermandad de la Aurora de Granada en sus reglas fundacionales. Como principal precepto se exigía que todos los domingos y festividades del año se juntaran los hermanos al amanecer en la iglesia para salir en forma de procesión con el estandarte con la efigie de Nuestra Señora de la Aurora por la calles del Albaicín, con dos faroles y rezando a coros el Santo Rosario. Como singularidad también realizaban manifestaciones públicas Semana Santa. Realizaban el rezo del Vía Crucis hasta la ermita del Santo Sepulcro en el Sacromonte. En los últimos Estatutos que se tienen constancia el rosario quedaba reglado así: 'Se reunirían en la iglesia de San José, llevando el coro el capellán y rezándose el primer padrenuestro dentro de la iglesia y saliendo a la calle para rezar las avemarías, sin interrupción, tan sólo, para cantar las coplas de la Aurora de espacio en espacio. Si terminado el rosario el itinerario continuara, se seguirán rezando las tandas de avemarías hasta que se regrese al templo'.

El Rosario es una oración tradicional católica que busca honrar a la Virgen. En un inicio constaba de quince 'misterios' que recordaban momentos (gozosos, dolorosos y gloriosos) de la vida de Jesús y de María. En el año 2002 san Juan Pablo II añadió los misterios luminosos que permiten meditar sobre la vida pública de Jesús. Cada misterio se compone de un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria. Cuando se han rezado los cinco misterios, se rezan las letanías de la Virgen El origen del Rosario se remonta al nacimiento del Avemaría en el siglo IX, como oración para honrar a María, la Madre de Dios. Parece que el Rosario tuvo su origen en la orden de san Benito y se expandió por acción de los dominicos. A partir del siglo XVII, el rosario vive su auténtico esplendor. En ese momento se convierte en una oración popular, que se reza por las calles en grupos multitudinarios. En estos años nace la tradición del Rosario de la Aurora. Con faroles, música y hasta portando imágenes de la Virgen, los fieles comienzan a salir a la calle a rezar la oración en las primeras horas del día.