Semana Santa de Granada

Un manto de capilla para la Virgen de la Paz

Ahora les ha llegado un encargo nuevo cuyo diseño -como buena parte de los que afronta el taller- está realizado por el mismo Martínez Hurtado. Se trata de un manto de vistas bordado en oro fino y sedas de colores», indican desde la hermandad de la parroquia de San Andrés. Es el último encargo, de momento, recibido en el taller y apremia porque se trata de un diseño que ha de estar llevado al terciopelo para la fiesta de la Virgen de la Paz. Se cumple medio siglo desde que fuese bendecida la imagen de la Virgen de esta hermandad que inaugura año tras año la Semana Santa granadina.

Eran años convulsos y difíciles para la tradición cofrade de nuestra ciudad. Por aquel 1974 planeaba la sombra de la crisis cofrade, había falta de costaleros y las contrataciones eran caras para la época y las posibilidades de las hermandades. Aún no había nacido la figura del hermano costalero y las hermandades rellenaban sus huecos en las filas nazarenas, incluso favoreciendo con algún estipendio económico. La cofradía de la «Borriquilla» fue valiente y encargó al maestro Antonio Joaquín Dubé de Luque la realización de una primera imagen suya para Granada. Se le pagó en cómodos plazos y al final la imagen estuvo en Granada para procesionar la tarde del Domingo de Ramos de 1974, sin palio, tras el misterio de la Entrada en Jerusalén. de ello han pasado 49 años y en el año venidero la cofradía quiere celebrar su cincuentenario con varios actos. «Comenzaremos con la inauguración de los actos y la bendición del manto de vistas que se le quiere regalar como recuerdo de estar entre nosotros durante cincuenta años ya», señalan desde la hermandad de la calle Elvira. A partir de ahí se desvelará un programa de actos que estará inmerso entre otras celebraciones como el centenario de la cofradía del Santo Sepulcro o de la hermandad del Silencio, el año de tercer centenario de José de Mora y otras efemérides que serán la puerta abierta a próximas celebraciones de aniversarios.

'La firma del contrato quedó recientemente rubricada entre el hermano mayor de la cofradía, José Antonio Gámiz, y el director del taller, José Manuel Martínez, en la casa de hermandad que la cofradía de la «Borriquilla», tiene en la parroquia de San Andrés. Un templo que, por cierto, también se encuentra actualmente en la segunda fase de restauración y que hará posible la ampliación del templo en el lateral izquierdo y la subida a la torre de la iglesia de la Calle Elvira. Unas obras que se desarrollan gracias a la intervención del Plan Alhambra y que son continuadoras de las ejecutadas en la primera fase por la propia hermandad de la Entrada en Jerusalén a través de un crédito que paga religiosamente la corporación del Domingo de Ramos y al que aún estarán atados por quince años más.