Intenso calor en las procesiones del Corpus Christi de los barrios granadinos
Los Seises volvieron a danzar delante del Santísimo, en el interior de la Catedral, antes de salir la procesión de la 'Octava del Corpus'
Jorge Martínez
Domingo, 22 de junio 2025, 16:10
Prácticamente todos los barrios granadinos celebraron ayer sus respectivas procesiones del Corpus Christi en la jornada de esta festividad Eucarística. Los más madrugadores fueron los ... zaidineros con la celebración de la misa a las nueve de la mañana que había presidido el párroco, Vicente Guerrero. Una hora después se organizaba el cortejo que fue seguido por muchos vecinos del barrio conforme iban avanzando el recorrido y sumándose al cortejo y al acompañamiento. Hasta treinta parejas de vecinos y hermanos de la cofradía del Cristo del Trabajo formaban parte de las filas y muchos más por los alrededores de la Custodia, una obra de Moreno Grados de los años sesenta, inspirada en la de la Catedral de Granada.
«Ponemos a las plantas de Jesús Sacramentado los tres párrocos que ha tenido la parroquia a lo largo de su existencia y todos los sacerdotes que la han servido», indicó el párroco en una de las paradas que realizó la Custodia. A las órdenes de los capataces de la cofradía del Trabajo, Esteban López Carretero y Curro Carrasco, marcharon las cuadrillas masculina y femenina de esta corporación del Lunes Santo. Por la calle Polinario sonaba «Pescador de hombres», interpretada por la Agrupación Musical Ntra. Sra. de la Encarnación, de Almuñécar. La Sagrada Hostia iba en su paso procesional adornado con rosas color champán y anthurium, principalmente, por los responsables de floristería Verdegal, situada la Custodia sobre peana de orfebrería, realizada en Lucena (Córdoba).
«Esto es lo más bonito del barrio, la procesión más hermosa», decía una feligresa cuando ya tomaba la comitiva religiosa la Avenida de Dílar. «Póngalo usted que los sepa toda Granada», confirmaba.
En el barrio de la Rosaleda el párroco de Santo Tomás de Villanueva, Ángel Antonio García Cuadrado, presidió la misa en la solemnidad del Corpus Christi y ante un abarrotado templo regentado por los agustinos recoletos. Se organizó la procesión con cruz alzada y un buen número de feligreses pertenecientes a la Fraternidad Seglar de Agustinos Recoletos y de la Asociación de San José formaban en el cortejo acompañando a la Archicofradía de Nuestra Señora de la Consolación y Correa de San Agustín y tras los ciriales las andas procesionales doradas procedentes del convento de Comendadoras de Santiago «que nos las ceden cada año al igual que la custodia», una obra del siglo XVIII de extraordinaria belleza. Por la calle Recoletos cruzó el cortejo para, por Pérez Galdós, llegar hasta la calle Santo Tomás de Villanueva y pasar por delante del centro educativo de los Agustinos. No más de tres cuartos de hora duró la procesión que fue acompañada por la Unión Musical Granatensis que interpretó «Triunfal», «Jerusalén» y «Madre Iniesta» durante el recorrido del cortejo.
Albaicín y Realejo
Dos barrios más unidos en la devoción a Jesús Sacramentado en el Día del Señor fueron el del Albaicín y el Realejo. El primero de ellos procesionó desde el templo del Salvador pasando, entre cánticos de feligreses y cofrades de la hermandad de la Estrella, por las calles más señaladas de la feligresía hasta desembocar en Plaza Larga pasando por el Arco de las Pesas. Uno momento especialmente atractivo del recorrido en el que se rezó ante algunos altares montados en el recorrido, como el de la propìa Plaza Larga, de las monjas Hijas de Cristo Rey, y el de la ermita de San Cecilio, en la muralla Zirí, que se abrió para que se detuviese el cortejo y rezar dirigidos por el párroco Antonio Valverde.
En la procesión litúrgica del Corpus de la parroquia de San Cecilio, lugares como el Campo del Príncipe o calle Santiago ofrecían singulares paisajes cuando ya, pasadas las once y media de la mañana, apretaba el calor. El paso procesional del Santísimo iba mandado por Alberto Ortega y Enrique Muñoz y conforme avanzaba la mañana se hacía más patente la subida de la temperatura que los hermanos de la cofradía de los Favores aguantaron hasta su regreso a San Cecilio.
Ponía la música la banda de Nuestra Señora de los Dolores, dirigida por Antonio Linares, con marchas penitenciales y Eucarísticas. En la presidencia, el hermano mayor Juan Antonio Romera y su junta de gobierno en funciones, además del párroco y consiliario que marchaba tras la Custodia, Juan Manuel Molina. Un recorrido que llegaba a la una de la tarde a su sede de San Cecilio dando por finalizado el triduo en honor a Jesús Sacramentado de los días anteriores.
Los Seises en la Octava
Además, en otros rincones granadinos como el barrio del Sacromonte y en su abadía se celebró esta festividad con el «Corpus Chico». Eucaristía y procesión claustral con la custodia de mano de este templo abacial, deteniéndose en los varios altares instalados en el claustro y vistiendo los canónigos los ternos de las grandes celebraciones de este templo granadino.
Por la tarde, la procesión del Corpus de las parroquias de San Agustín y de San Juan de Letrán, terminando ya a primeras horas de la noche, al igual que pasó con la procesión de la Octava del Corpus Christi de la Catedral. Danzaron nuevamente los seises y en esta ocasión la primera vez que se tiene constancia en este día de la Octava. El recorrido se realizó en el entorno de Mesones, Trinidad y Alhóndiga, participando las hermandades sacramentales y de la agrupación musical «La Fe» que puso la nota musical tras la Custodia. Portaba la misma la sexta «igualá» de los costaleros del Santísimo, mandados por José Carvajal y Luis Gallegos.
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