Dimite el hermano mayor de los Favores tras la resolución arzobispal sobre la cita electoral
No comparte en su totalidad con la vicaría general «la interpretación de mis actos» en el proceso que fue interrumpido y después reactivado
El episodio de la suspensión del cabildo electoral de la cofradía de los Favores, primero, y la posterior reposición de este proceso y aplazamiento de ... la convocatoria para los primeros quince días de septiembre ha terminado, al menos de momento, con la dimisión del hermano mayor Juan Antonio Romera Morcillo. En palabras del responsable de la cofradía durante los últimos cuatro años manifestado en su carta de dimisión que «tras un tiempo de reflexión serena y de oración ante nuestros Sagrados Titulares» ha presentado de manera «irrevocable al cargo de hermano mayor». Motiva su determinación en «los recientes acontecimientos derivados del proceso electoral y especialmente la resolución del vicario general de la Diócesis en la que se me señala una supuesta parcialidad en el ejercicio de mis funciones». La determinación se produce pocos días después de la publicación de la determinación arzobispal a través de la que se ordena la continuidad del proceso electoral a desarrollar en los primeros quince días del mes de septiembre. Se había suspendido temporalmente la convocatoria de elecciones previstas para el 26 de junio último tras los datos aportados por el consiliario de la hermandad, el sacerdote diocesano Juan Manuel Molina, en los que se mostraba que se habían trasladado datos de los hermanos de la cofradía al correo electrónico de una de las candidaturas presentadas. Concurrían al cabildo de elecciones los cofrades Norberto Navarro y Laura María Aguilar. El Arzobispado, a través de la vicaría general, indicó que «se reabre el proceso electoral para garantizar el derecho de todos los hermanos a participar en un proceso electoral justo y transparente», después de indicar que tanto la participación del hermano mayor y del consiliario «plantean dudas sobre su imparcialidad y objetividad y el cumplimiento del deber de neutralidad».
«Ha actuado con normalidad»
Juan Antonio Romera, hermano mayor dimisionario, ha comunicado a los hermanos de la cofradía de la parroquia de San Cecilio que «a pesar de que no comparto en su totalidad la interpretación de mis actos que se desprende de dicha resolución, asumo con obediencia y humildad el juicio de la autoridad eclesiástica, en el convencimiento de que la paz y el bien de la hermandad están por encima de cualquier circunstancia personal. Romera Morcillo ha indicado posteriormente a nuestro diario que «he actuado con total normalidad y de acuerdo con mi conciencia y dentro de mis atribuciones como hermano mayor y con enorme amor a la cofradía en la que he desarrollado toda mi actividad», como costalero y hermano de la cofradía y posteriormente como miembro de junta de gobierno y en la última representación institucional de la cofradía.
Juan Antonio Romera fue elegido como hermano mayor electo el 29 de junio de 2021 y ratificado por el arzobispo Martínez Fernández semanas después. Ha asegurado que «seguiré como hermano de la cofradía prestando todo mi apoyo y trabajo que sea necesario pero dejando que sean los miembros de la hermandad los que determinen su futuro». Finalmente el hasta ahora hermano mayor ha manifestado sus mejores deseos a los candidatos de la hermandad y su apoyo total al consiliario de la cofradía «que durante todos los años que lleva en nuestra parroquia ha desarrollado un trabajo impecable con la hermandad, de total apoyo y ayuda para el desarrollo de nuestras actividades religiosas que se han visto enriquecidas durante todos los años últimos «y seguramente lo seguirá haciendo con toda seguridad».
Así las cosas, se mantiene la convocatoria para la primera quincena del próximo mes de septiembre con los dos candidatos referidos y con el apoyo del Arzobispado de Granada. Ahora la junta de gobierno esperará la resolución de aceptación de la dimisión «que ruego sea aceptada con efectos inmediatos y que se tomen las medidas oportunas para garantizar la continua normalidad de la vida de la Hermandad y del proceso que actualmente se encuentra en curso», en palabras de Juan Antonio Romera en su carta de dimisión presentada en la Curia Eclesiástica.
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