Las bandas y agrupaciones de música cofrade vuelven a «hacer labio»
Con medidas sanitarias y en grupos pequeños, las formaciones musicales granadinas cogen ritmo aunque sin contratos a la vista
Jorge Martínez
Granada
Jueves, 15 de abril 2021, 23:55
«Estamos volviendo poco a poco algo de actividad y los ensayos los realizamos en las calles próximas a nuestro local en el polígono Asegra», ... dice a nuestro periódico el presidente de la 'decana', la agrupación musical María Santísima de la Estrella. Como pueden, están aguantando la embestida económica para continuar con su local que abrieron pocos meses antes del primer estado de alarma. «No hemos notado bajas ni altas», confiesa a IDEAL el representante de la banda de cornetas y tambores de Jesús Despojado, Antonio Sánchez. Han estado con ninguna actividad durante los últimos once meses y sólo cuando la Junta de Andalucía permitió dos semanas antes de Semana Santa que, manteniendo un distanciamiento mínimo entre músicos y con el público, se pudieran celebrar al aire libre algunos conciertos.
«Fue una bocanada de aire fresco la que recibimos», cuenta uno de los integrantes de las formaciones musicales respecto a la última Semana Santa donde algunos músicos pudieron participar en actos de hermandades, «porque hemos podido hacer algo de música cofrade en nuestras sedes canónicas y en algún pequeño concierto, sin aglomeraciones y sin sentir cercanos los aplausos del público» pero al menos se han contentado con eso. En Santo Domingo, diez integrantes de la agrupación Dulce Nombre de Jesús participaron en un acto litúrgico de su cofradía. En el Rescate, subidos al coro, también pudieron ofrecer su música algunos miembros de la Agrupación de Jesús Cautivo, al igual que el Miércoles Santo en la cofradía Universitaria. «Algo es algo aunque no suena igual, claro». Así se consuela el director de la Agrupación del Dulce Nombre, Felipe Cañizares.
Para que la agrupación de Jesús Cautivo pudiera tocar el Domingo de Ramos frente a su titular en el Sagrario «algo pudimos ensayar antes de Semana Santa, pero ahora estamos teniendo reuniones para preparar la formación y establecer los ensayos que comenzaremos en un par de semanas, si todo va bien». David Jiménez es el director musical de esta agrupación, una de las más jóvenes de nuestra capital.
La última incorporación al escenario de las bandas y formaciones dedicadas a la interpretación de marchas procesionales ha sido la del Cristo de la Expiración. Tan solo unos meses antes de mediados de marzo de 2020 habían firmado su adhesión a la cofradía de los Escolapios y este año los pudimos escuchar con sus primeros sones en un pequeño concierto ofrecido en la puerta de la parroquia de San José de Calasanz. El futuro es incierto pero esperanzador y así lo atestiguan sus voces representantes aunque todos coinciden en que «andamos sin contratos por la situación actual y así es difícil mantenernos».
Cornetas y tambores
Dos son las bandas de tambores y cornetas más veteranas de la ciudad. La de Jesús Despojado a la que ya hemos hecho mención y la de Jesús del Gran Poder. La primera lleva ya veintisiete años tras el paso de su titular y fue presentada el 11 de marzo de 1994 en el Paraninfo de la Facultad de Derecho. «Llevamos casi dos años ensayando en una nave adaptada en el polígono Juncaril y hemos estado ensayando en la puerta de la nave», dice Antonio Sánchez. Para ellos la Semana Santa última se ha centrado en el concierto que ofrecieron en los jardines del palacio de los Córdova en las vísperas de Semana Santa retransmitido a través de redes sociales y de la televisión municipal y organizado tradicionalmente en las puertas del bar León el Sábado de Pasión. Las circunstancias del espacio no hacían posible el concierto por lo que se buscó un escenario más adecuado. Además, ofrecieron también sus sones a la cofradía de la Lanzada, el Martes Santo y el Jueves Santo a la hermandad de la Aurora, en San Miguel Alto.
Catorce años ya desde la incorporación de la banda del Gran Poder a su hermandad del Martes Santo. José Manuel Fernández es su director y cuenta que están intentando convocar «por grupos, fuera de la calle, a los miembros de la banda». Ellos ensayan también a las puertas de su nave que están manteniendo con la ayuda de la cofradía de la Esperanza. «Tenemos mucha anchura en el Polígono de la Paz, en Maracena, y en diferentes coros de pocos componentes». Fernández confirma a nuestra redacción que con muchas ganas e ilusión. Para intentar que la música suene bien en conciertos de pre cuaresma y en cuaresma y, por supuesto, en Semana Santa, «hay que hacer labio».
Han proliferado, eso sí, algunos contratos con cuartetos o tríos de capillas musicales. Sextetos de viento u otro tipo de formaciones integrados por alumnos de conservatorios que a su vez pertenecen a algunas otras bandas de música y que han «matado el gusanillo» con algunas intervenciones aisladas.
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