La amenaza de lluvia suspende el traslado a la Catedral de las reliquias de San Juan de Dios

El estreno de la nueva Carrera Oficial que tantas interrogantes ha levantado en los últimos meses, el montaje de las tribunas con más de cuatrocientos nuevos palcos, las medidas de seguridad que se han de disponer para tan largo recorrido o el previsible aumento de hermanos en filas, como ya ha ocurrido con las cuadrillas de costaleros que se han doblado en algunos casos, hace pensar que la Semana Santa de 2025 será muy especial y la cuaresma, muy «movida» para encajar definitivamente todos los agentes implicados y sectores que tienen que colaborar para que todo resulte un éxito.

Por lo pronto la cuaresma se inicia de manera muy ajetreada también porque en este día se prevé el regreso procesional de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Rescate a su sede después de haber permanecido en el colegio de las Siervas del Evangelio durante las cuatro últimas jornadas.

La comunidad religiosa de los hermanos de San Juan de Dios y la Asociación del Escapulario del copatrón de Granada han determinado suspender la salida procesional de las reliquias de San Juan de Dios en la urna de plata que las cobija por amenaza de lluvia. Las previsiones meteorológicas abundan en una alta probabilidad de lluvia en estos días y por ese motivo, y dada la dificultad que supone la bajada de la urna hasta el templo y su ubicación en el paso procesional, se ha determinado inmovilizar y no trasladarla hasta el paso, suspendiendo así la salida procesional y, lógicamente, el regreso previsto para el próximo viernes.

La Orden y la hermandad así lo han trasladado a los miembros del cortejo que estaba previsto que participaran en él y de manera especial a la cuadrilla de costaleros de la cofradía del Gran Poder y Esperanza. También a la agrupación musical Dulce Nombre de Jesús que era la prevista para acompañar al paso procesional en su ida al templo metropolitano. Aún así, las Sagradas Reliquias se trasladarán de manera mecánica desde el camarín hasta el tabernáculo de la Catedral donde se ubicarán para el triduo que comienza hoy a las ocho y media de la noche, presidido por el prelado granadino, monseñor Gil Tamayo. El viernes próximo tras el último día de triduo regresarán nuevamente en traslado privado. Ceremonia que cuenta con la asistencia de la Federación de Cofradías y cofrades de la ciudad. Una vez termine la ceremonia religiosa, se procederá a la entrega del nombramiento oficial como pregonera de la Semana Santa a María del Carmen Sánchez Martínez.

Después de los cuatro días de convivencia y oración vividos en la capilla de la congregación de Siervas del Evangelio, establecida en la calle Obispo Hurtado. La misión escolar desarrollada con motivo del centenario de la cofradía concluye hoy con las visitas entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde de colegios ubicados en su proximidad. A las ocho de la noche será la vigilia de oración de la hermandad y la comunidad religiosa, previa al regreso de la imagen a la parroquia de la Magdalena. Saldrá a las nueve de la noche con el itinerario por la calle Obispo Hurtado y subir hasta San Miguel Alta, Santa Teresa y calle Puentezuelas, a su parroquia. Acompañará la agrupación musical Jesús del Rescate y se espera que esté en su sede a las diez menos cuarto de la noche.

A partir de este miércoles, los cuarenta días siguientes serán de pregones, presentación pública de los últimos carteles que anuncian la llegada de la Semana Santa, conciertos y algunas otras celebraciones de las hermandades. Comenzarán los quinarios, triduos y cultos de cuaresma con sus respectivos altares monumentales, vía crucis por las calles de Granada y sus barrios y los ensayos reforzados de las cuadrillas de costaleros y bandas de música.

Un tiempo que las hermandades realizan de manera conjunta con sus hermanos y, como reflexiona el Papa Francisco en su mensaje de cuaresma «Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades».