Al Real Jaén se le acumulan los frentes para poder competir el próximo curso

El Real Jaén tiene multitud de frentes abiertos, algunos de ellos vitales para su supervivencia. Al pago de los 136.000 euros de la Comisión Mixta y los más que probables 200.000 euros del aval que le exigirá el ente federativo al club, no hay que olvidarse de la obligatoriedad de poner al día a todo el cuerpo técnico del pasado curso liguero. Solamente el técnico de Hellín, Juan Arsenal, cobró sus mensualidades de la mano de los anteriores gestores, el triunvirato formado por Manuel Molinero, David Piedra y Joaquín Quirós.

Pero además, el equipo no cuenta con un campo donde ejercitarse (el césped de La Victoria está impracticable tras un mes sin cuidados) y también está por resolver toda la parte administrativa y de gestión (fichas y contratos, fundamentalmente).

También hay que pagar a la empresa de autobuses que se encargó de los viajes la temporada pasada.

La campaña de abonos, con cifras irrisorias (unos 200), se encuentra paralizada a la espera de trasladarse a las oficinas del coliseo blanco. El escaso efectivo que generó se diluyó en diversos gastos, entre ellos el dinero necesario para poner a Juan Arsenal al día. También está pendiente conocer la marca de ropa deportiva que vestirá a los equipos el próximo curso liguero. Los anteriores gestores tenían un contrato, bastante avanzado, con Adidas, para los tres próximos años. Una opción que ahora, con el cambio de timón, se ha esfumado por completo.

También hay que tomar decisiones que afectan a la parcela deportiva. Se desconoce si van a variar las premisas económicas por las que se estaba rigiendo Arsenal para confeccionar el plantel. Incluso es una incógnita la fecha prevista para el inicio de los entrenamientos, previstos, para la próxima semana. Juan Manuel Reyes debe confeccionar un equipo de trabajo, completamente nuevo, y el tiempo apremia.

Mientras tanto Rodríguez simula dar un paso atrás. Ya lo hizo cuando dimitió de su cargo de consejero para poco después acabar convertido en máximo accionista. Odurante su mandato asegurando dejar la parcela deportiva en «personas de confianza», a las que después dio la patada para acabar como flamante director deportivo. Incluso hace poco firmó un poder notarial a Molinero, Piedra y Quirós, que de irrevocable acabó teniendo poco, ni el nombre.