Razones para la esperanza antes del derbi

El domingo (18:30 horas) el Real Jaén recibirá al Linares Deportivo, en una nueva fiesta del fútbol provincial. El partido, medio día del club, por lo que los abonados locales deberán pagar la mitad de las entradas, servirá para rendir un sentido homenaje a Fran Carles, que protagoniza el cartel del choque.

El duelo será una nueva oportunidad para evaluar el reciente proyecto blanco, que no acaba de enganchar a unos aficionados que todavía no han superado la barrera de los 3.000 abonados, cuando la entidad se marcó la cifra de 4.000 o 5.000 para garantizar la viabilidad del club.

Liberar la ansiedad es clave para que el Real Jaén pueda dar rienda suelta al fútbol que lleva dentro. Y para ello, los buenos resultados son un bálsamo ideal. Los de la capital jienense llegarán al derbi mejorando sus arranques de las últimas temporadas ligueras. En la 2015-2016, los de Gonzalo Arconada sumaron tres puntos en las dos primeras jornadas, mientras que en la 2014-2015 el bagaje fue aún más cicatero: sólo dos puntos merced a dos empates a uno ante Villanovense y Cádiz. Curiosamente, en el último ascenso a Segunda A, en la campaña 2012-2013, con Manolo Herrero en el banquillo, el Real Jaén ganó (5-0) al Villanovense en la primera jornada y empató a cero en la segunda en su visita al Betis B. Después se impuso al UCAM Murcia en La Victoria. Paralelismos que ilusionan, sí, pero que sirven para poco más.

Lo cierto es que los de Tejada están aportando razones para acabar de convencer a los indecisos. Se aprecia una decidida apuesta por el fútbol de siempre: el que empieza en el respeto al balón; el que nos recuerda la importancia de juntarse, para dialogar tocando y para defender colectiva, solidaria y ordenadamente; el que distingue las velocidades según las zonas en que se juegue.

El Real Jaén intenta jugar ocupando todo el ancho del terreno como hacía muchos años que no ocurría. Lo cierto es que las rayas de banda están ocupadas y eso permite darle amplitud a los intentos atacantes. Sin eso la jugada se asfixia.

Demasiadas veces el éxito pertenece a los que no quieren perder. Son los mismos que afirman que en estas categorías conviene no usar la pelota para poder ganar. Pero este Real Jaén intenta devolver el fútbol a la cordura. Su apuesta es la pelota como el punto de partida de este juego. Los amigos del éxito instantáneo no estarán contentos, pero los que añoran el fútbol de la época de Herrero empiezan a salivar.

A este Real Jaén todavía le faltan algunas cosas, como se pudo observar en Huelva. Allí le costó traducir en peligro el tiempo de posesión de la pelota. Pero cuenta con todo el tiempo del mundo para pulir éste y otros defectos, que también los tiene. Nadie es perfecto.