Otro frenazo en La Victoria

Además, el equipo marbellí afrontaba el encuentro con bajas importantes (Sielva, Yebra y Gerrit), tres jugadores de corte muy parecido, concentradas la mayor parte de ellas en la posición de mediocentro, donde Loren debió buscar alternativas y las encontró: utilizó al central Marcos Ruiz y al mediapunta Sergio Narváez, que respondieron con nota. En las filas blancas, Gonzalo Arconada, apostó por tocar lo mínimo su once tipo. Fran No acompañó en el centro de la zaga a Aguza, por la sanción de Mario. El resto, los mismos peloteros de las últimas ocho jornadas ligueras.

Para ser justos el Real Jaén tuvo un inicio prometedor. Suyas fueron las ocasiones más claras en el inicio del duelo. Pero se fue diluyendo como un azucarillo, hasta dejar de tener noticias blancas en el área rival. Así, Álex Cruz firmó la primera ocasión local con un disparo lejano que no encontró portería. Sigue siendo el pelotero con las ideas más claras de su equipo, pero su estado de gracia se fue apagando a medida que transcurrían los minutos.

El esférico era la apuesta de ambas escuadras. Se peleaba por la pelota, pese a que el estado del césped, demasiado duro, no era el más apropiado para el juego.

Sergio Molina firmó un centro-chut que encontró la madera de la portería visitante. Parecía que el Real Jaén se estaba animando y que acabaría controlando a su rival. Espejismo de ilusión blanca.

Fabiani empezaba a desesperar a la zaga jienense. El colegiado le anuló un tanto, por posición antireglamentaria. Y en la siguiente acción el balón se le marchó a Álex Cruz en el control, cuando se quedaba solo ante el meta Quique Cebriá.

Pablo Ortiz robó la bola y se animó con un lanzamiento desde la frontal que se marchó lamiendo el palo derecho de la portería del Marbella FC. Eran los mejores, y únicos minutos de buen fútbol, de un Real Jaén que a partir de ese instante cayó en picado y se borró del encuentro.

El público, a falta de buen fútbol que llevarse a la boca, se empezó a entretener abucheando a Fabiani, que ya había visto una cartulina y tenía bastantes papeletas para enfilar, con adelanto, el túnel de vestuarios. Los aficionados blancos no olvidan aquella jugada en el último suspiro del partido ante el Huracán Valencia, en el play off de ascenso a Segunda A, en el que el entonces jugador del Huracán estuvo a punto de dejar al Real Jaén sin ascenso. Gaitán sacó la pelota con el 'pie de Dios' cuando ya se cantaba el gol.

Antes del descanso Morón decide, visiblemente enfadado, sustituir a Fabiani por Juanfri.

Los primeros 45 minutos habían mostrado a un Real Jaén muy espeso en la circulación del esférico, impreciso en el inicio de sus ataques y con escasa mordiente. Y sin pegada no hay alegrías en esta categoría.

El segundo round se inició con una ilusión óptica. Sergio Molina colgó el balón y Óscar Quesada remató en el corazón del área, pero el balón acabó en las manos del meta visitante.

Llega el gol

Felipe Ramos salvó a los suyos, en la mejor ocasión del partido. Sacó una mano milagrosa ante Juanfri, que se plantó solo ante el portal jienense, y el rechace lo mandó fuera, incomprensiblemente Rubén Durán. El susto fue de taquicardia.

Después de un 'ensayo' a las nubes, de falta directa de Sergio Molina, llegaría el tanto que marcaría la suerte del encuentro. Añón puso un centro medido al área para que Juanfri, que había recogido con acierto el testigo en ataque cedido por Fabiani, cabeceara a la red. Un remate a la escuadra, de muy bella factura, ante el que nada puedo hacer el cancerbero Felipe Ramos.

Con el marcador a su favor llegaron los mejores minutos de un Marbella que no se encerró a defender su renta. Todo lo contrario. Los de Morón se sentían muy cómodos y buscaron un segundo tanto que sentenciara la contienda. Pudo llegar en un disparo de Gabi Ramos desde la frontal del área que Felipe mandó a saque de esquina.

Arconada quemó sus naves dando entrada a Fede por Pablo Ortiz. Antes había entrado el mediático portugués, Nuno Silva, por un desdibujado Álex Cruz.

El Real Jaén buscó la igualada, más con el corazón que con la cabeza. Faltaban ideas para romper el entramado defensivo marbelllí. Además, los visitantes pudieron hacer mucho más daño a la contra.

Por esa inercia del moribundo, sin mucha sensación de peligro, en los minutos finales, el Real Jaén lo intentó. Incluso pudo conseguir la igualada en un cabezazo de Fede que en un principio parecía que atraparía sin excesivos problemas el meta visitante para, en el único error que cometió en los noventa minutos reglamentarios, dar un paso en falso hacia atrás y caer dentro de su portería. Muchos aficionados cantaron el gol, incluso lo reclamaron los futbolistas blancos, pero el colegiado no lo vio así.

Al final, nueva derrota de un Real Jaén que no pudo hacer bueno el triunfo cosechado la pasada jornada en el rol de visitante. Una oportunidad de oro perdida para acercarse a los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria y crecer como conjunto. Pese a todo, no están muy lejos. A cinco de distancia. La próxima semana toca seguir remando en el feudo de un Villanovense que plantó cara a todo un FC Barcelona.