Segóbriga, un viaje a Roma en Castilla-La Mancha

Cualquiera que se acerque a este lugar señalado como Bien de Interés Cultural podrá disfrutar de un viaje al pasado romano gracias a los cimientos que todavía se conservan y a la información de quienes allí trabajan para la divulgación. Podrán los viajeros acceder al anfiteatro, simular ser espectadores del teatro, atisbar la fortaleza de su muralla, conversar como hacían en el siglo III en el foro las élites y todavía detenerse a contemplar su basílica, los templos, las termas, el sistema de abastecimiento de agua, las necrópolis y una de las viviendas que se usaron como residencia.

La que fuera una ciudad romana importante en la meseta ha conservado algunos restos de lo que fuera y todavía el turista puede percibir algo de su carácter. Incluso puede informarse sobre su pasado celtíbero, su fase visigoda y el increíble descubrimiento que supuso en el siglo XIX en el cerro de Cabeza de Griego.

Además de por su interés histórico, el lugar está rodeado de encinares y campos de cultivo, lo que sirve como encuadre y como otro elemento más para disfrutar en su visita. Ubicado en un antiguo cruce de calzadas romanas, ahora se sustenta en Castilla-La Mancha en gran parte gracias a sus visitantes que disfrutan de uno de los yacimientos en mejor estado de conservación de la península ibérica. En periodos especiales, se organizan visitas guiadas nocturnas, accesos a las excavaciones comentadas por los arqueólogos que las dirigen, teatralizaciones, talleres, yincanas y hasta proyecciones de películas 'péplum' en el criptopórtico norte del foro.