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Andorra, debilidad por el entorno y amor por los Pirineos

Andorra, debilidad por el entorno y amor por los Pirineos

El Principado de Andorra repleto de ejemplos de arquitectura románica, ocupa un lugar privilegiado en la cordillera pirenaica

Álvaro Romero

Jueves, 28 de septiembre 2017, 12:06

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Pasión por la naturaleza, el aire puro y los deportes de montaña. Este es el perfil de los visitantes que, cada año, en cualquier estación, deciden conocer el Principado de Andorra, uno de los países más pequeños del viejo continente. Un total de 468 kilómetros cuadrados de belleza entre dos países punteros de Europa, como son Francia y España.

Situado en el corazón de los Pirineos, entorno natural, bella arquitectura y cultura se dan la mano para conformar un destino turístico singular. Espesos bosques para practicar senderismo, bellos lagos y paisajes de ensueño perfectos para realizar una escapada en busca de tranquilidad y sosiego.

Descubriendo Andorra

Sorprende la cantidad de patrimonio artístico y cultura que acumula un país tan pequeño. Para conocerlo a fondo es necesario invertir una semana, aunque también resulta perfecto para realizar una escapada. El arte románico está presente continuamente, con más de 40 ejemplos de ellos, la mayoría en forma de iglesia o santuarios. Destaca, entre todos ellos el Santuario de Meritxel, dedicado a la patrona del país. A todo este atractivo se suman diferentes museos y salas de exposiciones de diversas temáticas.

Para aquellos que busquen relajación, el Principado de Andorra cuenta con el centro termolúdico de Caldea, el mayor spa y centro de bienestar de los Pirineos. Un lugar perfecto para recargar pilas y liberarse del estrés en un bello recinto. Las localidades más interesantes son las capitales de cada parroquia: Ordino, La Massana, Andorra la Vella, Escaldes-Engordany, Canillo, Encamp y Sant Julia de Loria.

Andorra también alberga pequeños pueblos que quedan guardados en la retina, rincones rurales con un ambiente entrañable, como es el caso de Les Bons, Santa Coloma, Engolasters, Pal o Soldeu. Además, cuenta con innumerables parajes de suma belleza, como son por ejemplo el Lago de Engolasters, en Vall d’Incles o el Puente de la Margineda.

Andorra la Vella

Capital y centro neurálgico del país, eje comercial y multicultural pues allí conviven sobre todo franceses, portugueses, españoles y andorranos. Ubicada junto al río Valira a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, se alza en la altura la torre de la iglesia de San Esteban, que data del siglo XI. El barrio antiguo es visita obligatoria, por su encanto y arquitectura de alta montaña. Callejones antiguos, estrechos y empedrados siempre con la hermosura de los Pirineos de fondo.

Actividades para todos los gustos

El territorio andorrano ofrece gran cantidad de actividades. Cuando el tiempo acompaña, salir, conocer sus núcleos urbanos, disfrutar del paisaje y realizar deportes de aventura son algunas de las más requeridas. Cuando llega el invierno y sus tierras se tiñen de blanco se convierte en el destino ideal para los amantes del esquí y del snowboard.

El Principado de Andorra alberga numerosas pistas de esquí repartidas por diferentes estaciones. Las estaciones más importantes son las de Vallnord y Grandvalira pero también merece la pena destacar el campo de nieve de La Rabassa de Naturlandia.

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