Un sueño sobre la nieve cántabra

Las estaciones de buena parte de la Cordillera Cantábrica se encontraban marcadas por la lluvia y un viento imperante que hacían prácticamente imposible disfrutar de su buen estado, obligando incluso a clausurar parte de los dominios. Una situación que contrasta con lo vivido en Liébana -Cantabria-, donde en marzo se presentaba una de las citas más interesantes de su calendario.

La comarca del norte de España respira nieve y buen ambiente y, ante la atenta mirada de todos, recibía una prueba internacional en la que estuvieron presentes más de 2.500 esquiadores, llegados desde 20 nacionalidades diferentes. Se trataba del Campeonato del Mundo de Raquetas de Nieve, una actividad que en la actualidad se ofrece en prácticamente todos los centros del país, y que cada vez reúne a más aficionados con el deseo de conocer los dominios de forma diferente y de visitar rutas exclusivas.

Una posibilidad, la de organizar el mundial de esta modalidad invernal, que, además de haberse consolidado como una experiencia irrepetible, ha dejado satisfechos a todos a nivel económico y social. Los empresarios de la zona han logrado un impulso económico -la ocupación hotelera ha sido del 100% en la comarca y el retorno económico ha superado los 600.000 euros- en una cita que deportivamente hablando también ha conseguido alcanzar buenos registros.

Más allá de la extensa participación, la Federación Internacional de Raquetas de Nieve ha calificado el evento como la «mejor edición de la historia». Un orgullo para los cántabros, que siguen acumulando éxitos y disfrutando de una de las modalidades más practicadas en la actualidad.