Monica Vitti, la musa de Antonioni

Maria Luisa Ceciarelli, conocida artísticamente como Monica Vitti, nació en Roma en 1931. Cursó estudios en la Academia de Arte Dramático de su ciudad donde fue alumna de Vittorio Gassman, haciendo su debut en el teatro. Las primeras representaciones de la actriz fueron con una compañía romana que actuaba en Alemania, con la función, 'La Mandrágora', realizando además giras y pequeñas revistas, denominadas 'revistas de cámara', para pasar después a la televisión. Tras un primer trabajo en el cine en 'Ridere, ridere, ridere' (A. Bonnucci, 1954), en el año 1955, ya con nombre artístico de Monica Vitti, derivado del apellido materno Vittiglia y con el consejo de uno de sus maestros en la academia, Sergio Tofano, formó parte de su compañía, interpretando a Brecht, Molière y Shakespeare.

A finales de los años 50 conoce a Michelangelo Antonioni con el que era 14 años más joven y con el que pronto mantiene una larga relación sentimental, que la dirige en el teatro y posteriormente hace de ella una primera figura del cine italiano con 'La aventura' (1960), un drama existencial donde la actriz encarna el personaje de Claudia.

Vuelve a trabajar con Antonioni un año después en 'La noche', en 1962 en 'El eclipse', junto a Alain Delon, donde interpreta el personaje de Vittoria, (tres películas que forman una trilogía del director sobre el vacío existencial), y 'El desierto rojo' (1964), donde da vida a Giuliana, la mujer del propietario de una fábrica de Rávena, que padece problemas mentales que intenta ocultar, y donde un ingeniero que trabaja para su marido, se aprovechará de su débil situación.

También de estos años son 'Acattone' (1961), a las órdenes de Pier Paolo Passolini, 'Las cuatro brujas' (1966), película de episodios dirigida por Mauro Bolognini, Mario Monicelli, Luciano Salce y Antonio Pietrangeli en la que interpretó a la bruja Sabina o 'Modesty Blaise' (1966), en la que Joseph Losey la convierte en heroína de cómic.

Catalogada como gran trágica, a mediados de los años 60 Monica Vitti decide cambiar de registro y regresar a la comedia de sus inicios. Obtiene un extraordinario éxito de público gracias a títulos como 'La ragazza con la pistola' (1968) de Mario Monicelli, 'Amor mío ayúdame' (1969) de dirigida por Alberto Sordi, 'El demonio de los celos' (1970) de Ettore Scola, en la que estaba en el centro de un triángulo de amor proletario; 'El proxeneta y la testigo' (1971) y 'Confidencias de una esposa alegre' (1972), obras firmadas por Franco Giraldi, o 'Esa rubia es mía' (1973), una conmovedora evocación del mundo de la farándula dirigida e interpretada por Alberto Sordi. El húngaro Miklos Jancso la dirige en 1971 en 'La pacifista', en 1974 Luis Buñuel la llama para uno de los personajes de 'El fantasma de la libertad', y en 1978 André Cayatte la dirige en 'Razón de Estado'. En 1984 gana el premio a la mejor actriz en el Festival de Berlín con la película 'Flirt'.

En 1990 debuta en la dirección con 'Escándalo secreto', en 1993 publica su autobiografía con el título 'Sette Sottane' y en 1995 recibe un León de Oro del Festival de Venecia por el conjunto de su carrera.

Tras su relación con Antonioni, y otra con el director de fotografía Carlo di Palma, Mónica se casó en el año 1995 con el fotógrafo y director de cine Roberto Russo, con el que vivía desde hacía 20 años. En el año 2000 se retira de toda actividad pública obligada por problemas de salud, y en 2011 el Festival de Roma le dedica un homenaje. En los últimos años, aquejada de Alzheimer, vive en Roma al cuidado de sus familiares.