'Un funeral de locos': Un patriarca vasco en el ataúd y su amante mexicano
Manuel Gómez Pereira vuelve al cine con el remake de la comedia británica 'Un funeral de muerte', ayudado por un espectacular reparto entregado al despendole
Quim Gutiérrez, Ernesto Alterio, Inma Cuesta, Hugo Silva, Belén Rueda, Arturo Valls, Antonio Resines, Secun de la Rosa, Gorka Otxoa... Pocas comedias pueden presumir de ... un reparto así y de un director, Manuel Gómez Pereira, que en los 90 llenó la salas con éxitos como 'Salsa rosa', 'Boca a boca' y 'Todos los hombres sois iguales' y que en los últimos años se ha dedicado a la televisión.
En su regreso al cine, el director adapta 'Un funeral de muerte', celebradísimo enredo de Frank Oz que transcurría durante el funeral del patriarca de una adinerada familia. En este caso, el finado es vasco y la sorpresa es la aparición de su amante mexicano, que en el filme original encarnaba Peter Dinklage, que después se haría célebre como Tyrion Lannister en 'Juego de tronos'.
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Rodada en un caserón de Chillida Leku por los incentivos fiscales, la 'vasquidad' de la historia no va más allá de la presencia del lehendakari (Santi Ugalde, con su voz doblada) y de algún chiste en boca de Quim Gutiérrez. Entre la catarata de equívocos, rivalidades, mentiras y mezquindades de los personajes destaca el papel de Gorka Otxoa, que entra en un trance lisérgico después de tomar un presunto calmante que en realidad es una droga alucinógena.
'Un funeral de locos' apela a la carcajada libre y sin complejos. Tiene sus mejores armas en un grupo de actores con probada vis cómica, que se entregan gozosos al despendole: atención a la desopilante escena en un inodoro, con Antonio Resines con txapela defecando y el gran Secun de la Rosa recibiendo parte de sus eyecciones.
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