'Bikeriders': Moteros y peligrosos

En el Chicago de los 60, una mujer (Jodie Comer) se siente atraída por el miembro más reciente de Los Vándalos (Austin Butler, el Elvis de Baz Luhrmann), un club de moteros del Medio Oeste liderado por el enigmático Johnny (Tom Hardy). El grupo de amigos enamorados de la velocidad acabará convertido en una banda criminal. Las drogas y el alcohol, las armas, las apuestas ilegales y los asesinatos a sueldo precipitarán el destino de los moteros a lo largo de una década.

«No crecí con una moto, nadie de mi familia tenía», cuenta Jeff Nichols. «Entonces los moteros daban miedo, me intimidaban. A veces intentaba vender una posible película sobre un club de moteros y me contestaban que estaba muy bien, que lo hiciera, pero siempre se quedaba en nada». Además del triángulo amoroso, 'Bikeriders' se detiene en la psicología de los grupos de marginados. Para el autor de 'Take Shelter', ligado a la comunidad punk rock de Arkansas en los 90, era la oportunidad de explorar una fotogénica subcultura.

Ampliar

«No todo el mundo encaja en la cultura dominante», afirma. «Algunas personas se sienten atraídas por subculturas, y ahí es donde suelen pasar cosas interesantes. Dan pie a nuevas tendencias artísticas porque permiten expresiones más interesantes. Al cabo del tiempo, de forma inevitable, estas subculturas interesan a la cultura predominante, que acaba absorbiéndolas y las convierte en meras sombras de lo que fueron».