Volátiles
La Carrera ·
Y por si fuera poco el Covid-19 haciendo de las suyas, o sea, agudizando hasta lo insospechado la crisis global. Carambolas de la Historia, supongoJosé Ángel Marín
Jaén
Lunes, 7 de septiembre 2020, 23:24
Como no tiene perro habla a las plantas y como las macetas le dan poca conversación, tía Gertrudis espera mi visita para compensar la facundia ... vegetal a la que dedica sus soliloquios de soltera impenitente y algo traviesa de 80 primaveras cumplidas. Con la sutileza que la caracteriza, me lanza hoy sus venablos sobre un mundo cuarteado por quienes lo desgobiernan. De entrada, la tita esbozó sonrisa y amagó con glosar la pataleta y burofax donde Messi embutía su furia rosarina frente a la directiva que lleva al Barça a 3ª Regional. Luego aludió al postrer anuncio del argentino diciendo que se queda en Barcelona, pero de aquella manera. Lo hizo porque tía Gertrudis es madridista y sabe de mis inclinaciones futbolísticas (soy culé meditabundo desde el fichaje de Cruyff), y también sabe ella que me crispa el dislate en que hemos convertido los correteos de 22 tipos en calzoncillos cortos persiguiendo un balón.
Coñas peloteras aparte, nos centramos en cuestiones menos volátiles como el casorio de Caixabank y Bankia (ya intentado en 2012), el contexto en que arranca el curso, empieza La Liga (por cierto) y seguimos lidiando con eso que llaman 'nueva normalidad'.
Con cariño puse la yema del dedo sobre los labios de la tita con intención de pausar sus invectivas, y comenté algo del curruscante fin de ciclo histórico al que –creo– asistimos con el declive de la hegemonía mundial de Occidente. Añadí que no ha estado nada mal ya que viene durando desde el Renacimiento hasta nuestros días, aunque ahora se va apagando al desbaratarse sus valores identificativos, con la deserción angloamericana y el surgir de la égida oriental (asaz tecnológica y dispuesta a trastocarlo todo). Y por si fuera poco el Covid-19 haciendo de las suyas, o sea, agudizando hasta lo insospechado la crisis global. Carambolas de la Historia, supongo.
Sí, Occidente aletea su agonía como un vencejo caído que, aunque atolondrado en el suelo, todavía es consciente de dos cosas: De su capacidad de planeo (incluso para dormir en el aire), y de que allí va a sucumbir pues sus patas exiguas y encogidas no le permitirán remontar el vuelo.
Entonces tía Gertrudis hizo gesto de fastidio y me preguntó directamente por España. Le dije que aquí tampoco estábamos para tirar cohetes antes de la pandemia, que la casta de 'illuminati' con escaño, ministerio y vicepresidencia, lleva tiempo socavando la transición democrática, dinamitando los valores del consenso que son clave en la paz social y el crecimiento económico, y que para más 'inri' en la coctelera hispana ya se agitaban otros problemas (unos reales, crónicos, y otros inventados) a cuyo cuadro clínico se suma el separatismo territorial. Si no fuera porque soy prudente, diría que los antisistema que cobran del erario público confieren a estas cuestiones una dimensión preocupante. Con ellos en las instituciones los problemas serán irresolubles, se acortarán aún más las patitas y la sociedad entera morderá el polvo, concluyó tía Gertrudis.
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