El sábado pasado una multitud incontable de jienenses quiso agradecer al presidente del gobierno sus muchos y continuados desvelos por esta provincia, por situarnos a ... la cabeza en inversiones estratégicas e infraestructuras. Sí, miles de jaeneros enardecidos quisieron agradecer a Sánchez la consideración que tiene por esta tierra, por la concesión graciosa del Plan COLCE, por la recién inaugurada autovía Jaén-Córdoba, por el ferrocarril y la llegada del AVE a Linares-Baeza y a la capital. Tampoco olvidaron el aeropuerto que nos han colocado justo a las afueras, a cien kilometritos de nada. Sin perder de vista la conexión naviera y la ampliación del puerto de Motril, también a tiro de piedra.
Todos estos aguinaldos hay que celebrarlos como Dios manda. Como merece el líder más sincero que parió madre. Conviene recordar siempre que esta provincia está en deuda con ese timonel certero, con el gran estadista que guía nuestros pasos hacia el éxito seguro. No podía ser de otro modo, pues este es su feudo, su granero de votos y, como de costumbre, estuvimos a la altura.
Su partido estuvo gobernando por aquí de forma ininterrumpida durante décadas, y así nos luce el pelo. Gracias a sus propinas de generoso jalifa, la provincia escupe por un colmillo y, además, el futuro de nuestros hijos está asegurado. Justo por eso, en los próximos comicios del 19 de junio, los 350.000 jóvenes que irán a las urnas por primera vez, lo tienen claro; porque ellos, sus padres y sus abuelos son conscientes de que la clave del éxito reside en votar a los de siempre, a quienes tanto hicieron y hacen para que la provincia de Jaén sea potencia de primer orden. Vamos, la envidia de Wall Street y Silicon Valley.
Es público y notorio, y debemos reconocerlo: los que antes partían el bacalao y quienes ahora propician que seamos emporio industrial, comercial y de empleo, siguen demostrando que en esta provincia están concentradas las prioridades del gobierno. No hay más que echar un vistazo y ver cómo emergen empresas, cómo las compañías punteras se parten la cara por instalarse aquí como sea.
Por ello, no es extraño que los habitantes de la provincia sientan el pecho henchido de gozo ante los sobresalientes logros que hacen de Jaén un emblema del desarrollo. Estamos que nos salimos y muy distanciados de los segundos en el ranking del progreso. Tanto es así, que el FMI no deja de cursar felicitaciones a nuestros gobernantes locales, nacionales y autonómicos. En el FMI no salen de su asombro y quieren saber cuál es el secreto de que aquí sean tan bajos los índices de paro y, por el contrario, tan elevados los de dinamismo económico. En la OCDE también se preguntan por cómo las gentes de Jaén han alcanzado tan insultante nivel de vida.
Pero nosotros a lo nuestro; permanezcamos en la cumbre, y dejemos a unos y otros con la intriga, sin revelar el misterio de tanto éxito y de la renta 'per cápita' de nuestra provincia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión