Vareando el quinto diputado
Desembarco político en pos del escaño de Cs, que está en el aire, mientras Imbroda se prodiga por el conflicto de los comedores, a la vez que pacta con el alcalde Jaén en estos tiempos líquidos
Pedro Sánchez con la rebaja de las peonadas, Pablo Casado mojando aceite, Juan Marín en Tierra Adentro, Miquel Iceta 'zeroleando', ... Fran Hervías 'sanluqueando', Juan Bravo de consejero contable y hasta el afilado Rafael Hernando, que se presenta por Almería, como el niño al que su madre le pregunta por qué se mete en los charcos: «por meterme en 'to'».
La nueva repetición electoral, y lo que te rondaré morena, y moreno, barruntaba una campaña plana, 'light', 0,0; por hastío y por horizonte de empate técnico. Pero hete aquí que el quinto diputado jienense, el que logró en abril Marian Adán para Ciudadanos, ha salido 'bailaor', está en el aire y eso lo saben todos los directores de campaña. Así que toca pasar por Jaén, por San Lucas o por San Tierra Adentro, aunque sea de 'tournée' y a última hora, que los flashes iluminan la noche, y prometen más carreteras y trenes, mejores precios para el aceite, industrias y, si hace falta, hasta ser más felices como Rajoy en las elecciones de 2011.
Una vez vareado el olivar y recogidos los votos se irán y nos dejarán como estábamos, con las autovías en estudio, los trenes con artrosis, el aceite en manos de los especuladores, el Museo Íbero fuera de los presupuestos o la presa de Siles con agua y sin tuberías como un monumento único a la tomadura de pelo. Porque las visitas que cuentan son las de después, las sin campaña de los Sánchez de turno, ministros y consejeros.
Quien también viene mucho es el consejero de Educación, más de bombero que de vareador. Imbroda, espíritu olímpico, al menos da la cara, como hace unos días en la dolorosa tragedia vivida en el instituto Az-Zait. En los comedores escolares tiene un problema. Él y su gobierno, que hicieron de la educación y la sanidad prioridades de inicio, también para darle en las narices a los socialistas y la izquierda en general con las políticas sociales. Les estalló la listeriosis y, en los comedores, aunque la responsabilidad no sea del todo suya, la previsión, gestión y solución son al menos cuestionables. La oposición ha visto la grieta y mete la cuña. 'Nihil novum sub sole'.
En este escenario de batalla electoral de todos contra todos, llama la atención el oasis de paz del viernes de Imbroda y Millán, por ejemplo para hacer el Museo de la Ciudad del que carece Jaén, en el solar del Palacio de los Uribe, que fuera extirpado del casco histórico. La foto de ambos con el conflicto de los comedores a las puertas evidencia dos cosas: que el alcalde jienense tiene vía libre para dar prioridad a los asuntos de la ciudad y que la Junta está en modo colaboración. Dos buenas noticias.
Dos ejemplos también de coherencia en estos tiempo líquidos (Zygmunt Bauman) donde las realidades, las relaciones personales y las declaraciones públicas son tan poco sólidas que sonrojan. Como quienes vitorean al franquismo y a la vez se quejan de que este país sea una dictadura, como los alzacuellos nostálgicos del bajo palio que entran con holgura por el ojo de una aguja, como los despreciadores de los huesos ajenos que claman al cielo por los huesos propios, como los incendiarios del aquelarre catalán que ahora telefonean diálogo, como los que emplean a inmigrantes para coger su cosecha y luego no les alquilan vivienda, como los indignados contra el autoritarismo venezolano que callan ante el chileno.
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