No ha estado fino el alcalde de la capital con el tema del Metro, digámoslo alto y claro desde el principio. Y vaya por delante, ... también, que yo tampoco veo clara la opción de llevarlo por el centro. Pero no han sido maneras. Ni formas. ¿A santo de qué esa comparecencia, antes de la reunión técnica con Fomento, para reivindicar el 'chanerismo' de la infraestructura? Marifrán Carazo, elegante ella, además de sorpresa, ha mostrado su disposición al diálogo, señalando que no hay nada decidido sobre el particular, antes de apelar al diálogo y a la unidad. ¡Chapeau! Lo hemos visto con el acelerador de partículas: la unión hace la fuerza. Una vez que el PP se ha rendido a la utilidad, conveniencia, incluso a la necesidad de la ampliación del Metro, ¿no es mejor buscar consensos y puntos de encuentro que meter el dedo en el ojo del otro? Ahora sonará ventajista, pero no entendí lo del Metro por Gran Vía, Constitución y, mucho menos, por Reyes Católicos. ¿En serio? ¿No tuvimos bastante con la LAC, el ruinoso invento de Torres Hurtado y Telesfora Ruiz para contentar a su electorado natural? ¿No hemos aprendido la lección? Lo más importante del Metro es evitar el tráfico. Tanto por los atascos como por la contaminación. Por eso, mejor cuanto más se amplíen las líneas por el Área Metropolitana. Fenomenal lo de Churriana y Las Gabias, pero seamos más ambiciosos. Busquemos las conexiones con Santa Fe, Atarfe… ¡incluso con Chauchina y el aeropuerto, si alguien cree en él! Con los polígonos industriales y, por la zona sur, con La Zubia, Huétor Vega, Dílar, Gójar o Monachil. Con Híjar y Alhendín. Con Alfacar y Jun, para olvidar el cierre del anillo. ¿Pero por Reyes Católicos? ¿De verdad? ¿En superficie o soterrado? Abramos el debate. Reflexionemos y discutamos. Pongámoslo encima de la mesa, pero sin saltar a la yugular del rival. Por una vez, seamos más constructivos que ventajistas, por favor.
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