Teoría conspirativa
Posverdad a debate ·
Un ejemplo reciente sería la teoría de que las vacunas desarrolladas contra la covid-19 son un plan de Bill Gates para introducir microchips en nuestro organismo y así controlarnosLaura C. Torres-Vega
Martes, 10 de mayo 2022, 00:16
En los últimos años se ha disparado la difusión de teorías conspirativas, principalmente por medio de las redes sociales, que ofrecen explicaciones alejadas de la ... lógica y de los hechos científicos y contrastados a problemas complejos o que percibimos como una amenaza. Valga como ejemplo la proliferación de teorías conspirativas en torno al origen de la covid-19 y a las medidas adoptadas para su contención (ejemplo, las vacunas). Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de teorías conspirativas?
En primer lugar, entendemos por conspiración un plan secreto orquestado por dos o más agentes poderosos (personas, empresas, gobiernos, etc.). Estas conspiraciones normalmente tienen por objetivo derrocar un determinado poder económico o político, amenazar derechos, mantener en secreto información de vital importancia, alterar las instituciones fundamentales de una sociedad, etc. Es decir, no estamos hablando de conspiraciones llevadas a cabo por grupos criminales para robar un banco. La clave, cuando hablamos de conspiraciones en el marco de las teorías de la conspiración, es que los conspiradores forman parte de las élites poderosas y las consecuencias de su plan tendrían un potencial impacto negativo para la sociedad en su conjunto. Aclarado este punto, podemos definir el concepto teoría conspirativa como el intento por explicar las causas de un evento social o político importante en base a una trama secreta orquestada por dos o más agentes poderosos. Un ejemplo reciente sería la teoría de que las vacunas desarrolladas contra la covid-19 son un plan de Bill Gates para introducir microchips en nuestro organismo y así controlarnos.
Las teorías de la conspiración no se basan en hechos contrastados ni en evidencias científicas que apoyen su veracidad. Sin embargo, y esto es lo más preocupante, un sector cada vez mayor de la población tiende a otorgarles validez y credibilidad. Así, hablamos de creencia conspirativa para referirnos a la creencia en una teoría conspirativa concreta, o un conjunto de teorías conspirativas. Por ejemplo, una persona podría mantener una creencia conspirativa sobre el origen de la covid-19, pero no apoyar otras creencias conspirativas como las que hay en torno al asesinato del expresidente americano John F. Kennedy o al accidente que le costó la vida a la princesa Diana de Gales. Sin embargo, la investigación reciente muestra que cuando una persona cree en una teoría conspirativa tiende también a creer en otras teorías conspirativas aunque no estén relacionadas entre sí. Es decir, la creencia en teorías conspirativas concretas contribuye a conformar en las personas una tendencia hacia el pensamiento conspirativo (también llamado ideología/mentalidad/visión del mundo conspirativa).
El pensamiento conspirativo se refiere a la preferencia por explicaciones conspirativas (vs. explicaciones basadas en hechos científicos y/o contrastados) a los acontecimientos políticos y sociales.
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