De las más sucias
Puerta Purchena ·
Afortunadamente ya pasaron aquellos tiempos en los que en el Ayuntamiento de Almería entró la fiebre de comprar escobas de oro, platino y demás materiales noblesÁngel Iturbide
Almería
Domingo, 9 de mayo 2021, 00:18
No sé si es lo mismo ser una ciudad de las menos limpias del país que ser de las más sucias. Parece que la primera ... afirmación es menos contundente que la segunda. Sea como fuere, resulta que Almería capital se encuentra entre las ciudades más sucias de España, según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios dado a conocer esta semana. El informe, que desconozco los indicadores que baraja para semejante afirmación, ha servido para que el Grupo Municipal Socialista arremeta contra el equipo de gobierno del Partido Popular por tener la ciudad sucia a pesar de ser una de las que más gasta en limpieza y para que los populares desmientan semejante categorización y saquen pecho para asegurar que no es cierto que, por el contrario, las quejas ciudadanas sobre las tareas de limpieza han disminuido considerablemente.
Creo que lo que digan unos u otros no tiene ningún valor porque la capital estará sucia siempre por más que se invierta en la limpieza y por más que la empresa encargada de ello lo haga mejor o peor que, yo creo, no lo está haciendo mal. Es más, creo que la imagen de la ciudad ha mejorado en los últimos años, si bien Almería será siempre una ciudad sucia o, si prefieren menos contundencia, menos limpia. Y esto por tres factores difíciles de controlar, al menos dos de ellos. El viento y la ausencia de lluvia son elementos incontrolables que contribuyen a que la capital esté sucia por mucho que se limpie. Afortunadamente ya pasaron aquellos tiempos en los que al Ayuntamiento de Almería le entró la fiebre de comprar escobas de oro, platino y demás materiales nobles. Tiempos en los que los regidores municipales intentaban hacernos comulgar con ruedas de molino recibiendo premios (previo desembolso, claro está), por el estado de limpieza de la ciudad equiparable a la de Oviedo que siempre era la más limpia. El concejal de turno se trasladaba a Madrid a recoger el galardón que, salvo él mismo, nadie se creía.
Pero he citado dos factores por lo que Almería estará siempre sucia y decía que eran tres. Pues bien, el tercero por el que la capital nunca estará bien limpia ni recibirá ningún galardón somos nosotros, los ciudadanos. Los almerienses, y siento que a alguno esto no le vaya a gustar, somos sucios de puertas de nuestras casas hacia fuera. El caso es que la situación ha mejorado mucho en los últimos años, pero queda mucho por hacer. Urge insistir en campañas de concienciación para que los ciudadanos entendamos de una vez que las calles de nuestra ciudad es prolongación de nuestra casa. Para que entendamos que la falta de lluvia y la presencia de viento tan negativos para nuestros intereses de limpieza debemos minimizar con la actitud más cívica posible. Y todo ello acompañado con un buen trabajo por parte de la empresa encargada de la limpieza con la que, con nuestra actitud, debemos colaborar. A la acción de los ciudadanos de a pie hay que añadir la mala praxis de aquellas empresas encargadas de hacer obras en la ciudad a las que solo parece importar su trabajo y no los efectos del mismo.
Mientras no logremos cambiar el signo de nuestros actos la capital estará sucia y seguiremos apareciendo en los listados de ciudades más sucias del país. No basta con presumir de playas, gastronomía o calidad de vida, la imagen de la ciudad también se vende fuera.
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