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Silencio con Marruecos

Una vez asumida la decisión de acoger al líder polisario, hay que ofrecer explicaciones

Javier Fernández Arribas

Lunes, 10 de mayo 2021, 01:16

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La táctica de avestruz, meter la cabeza en la tierra para ignorar los problemas, no suele dar buenos resultados. Al contrario, provoca un proceso degenerativo ... que empeora la gravedad de los hechos. Además, lo que está ocurriendo en las relaciones entre España y Marruecos tras la acogida en el hospital San Pedro de Logroño del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, para atenderlo por su grave estado de salud, es que Marruecos eleva el tono de sus reclamaciones ante el silencio del Gobierno. No basta que la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, de viaje por Iberoamérica, diga que no tiene nada nuevo que decir y que las razones para acoger a Ghali son estrictamente humanitarias y que Marruecos es un socio privilegiado. Lo que ocurre es que no será tan privilegiado cuando ni siquiera se le informa de una decisión que puede ser controvertida, sobre todo por el equilibrio histórico que España intenta mantener en las relaciones con Argelia y con Marruecos. Pero, una vez adoptada, hay que asumir las consecuencias y ofrecer las explicaciones que sean pertinentes para un socio que se considera privilegiado y que se ve afectado por la decisión humanitaria española.

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