«Si me queréis, irse»
Salvador Fernández-Vivancos Fernández
Domingo, 13 de agosto 2023, 23:40
La lógica paradójica, la que sigue el Tao Te King, viene a decir que lo mismo que es arriba, es abajo o que ganar es ... perder y perder ganar. Es probable que alguno de nuestros políticos tenga una edición resumida en su mesilla de noche. Y por eso el que pierde, gana y el que gana, pierde y no pasa gran cosa. El problema, creo, es aplicar la lógica oriental en occidente, donde se sigue la lógica aristotélica, que nos ha llevado entre otras cosas a las democracias actuales.
La portavoz de Junts per Catalunya, dijo hace unos días que no le importa para nada la gobernabilidad de España, sino Cataluña.(¡que bonito está eso!) Por supuesto que los nacionalistas vascos siguen su propia agenda, porque los primero es Euskadi. ¡Claro,! cuando las partes son más que el todo, otra paradoja, no parece que vayamos bien, aunque esto signifique en realidad; que vamos muy bien, según la filosofía oriental. Cuanto peor, mejor, esto que siempre se ha utilizado como insulto, es en realidad una frase llena de sabiduría. Por cierto el PNV, partido liberal, (y de base social católica, que ya saben que significa universal); ha perdido la mitad de los votos probablemente por aliarse con sus oponentes ideológicos y ser cómplice, de la ley del 'sólo sí es sí', que resulta poco oriental, por cierto. Sin embargo, Ortuzar, su presidente, se muestra muy contento porque se han frenado las» derechas». Recuerdo que a Hasaan II, el padre del actual rey de Marruecos, la eterna oposición, quiso hacerle una marcha de protesta, y él, bien enterado, se puso al frente de la marcha, creo que iba muy elegante con un caballo blanco. ¡Habría luego que ver las caras de los opositores en las mazmorras!.
Que con más de ocho millones de votos y una ventaja de 16 diputados más, y mayoría absoluta en el senado, es también paradójico que tachen de populistas y retrógrados a más de la mitad de la población. Aunque según la lógica oriental ser retrogrado seria ser progresista.
Tal vez para salir de este aparente laberinto podríamos aplicar la navaja de Ockam, de Guillermo, pero no Guillermo Brown, cuya lógica también es aplastante. La solución más sencilla, es la verdadera. Pero en este caso sería la verdadera, la más difícil.
Siguiendo con los ingleses, Tomás Moro, decía que la política no puede ser separada de la moral. ¡Pobre hombre!
Al menos en las pachangas de baloncesto, el que metía, sacaba; ahora se aproxima el mundial. Aquí no se lleva la lógica paradójica y por un punto abajo puedes perder la medalla de oro. Hay que recordar que somos campeones del mundo y de Europa. Sólo nos falta ganar unas olimpiadas ¡Ahí es nada!.
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