Ruido
Puerta Purchena ·
De aquí a poco no vamos a poder regar los jardines y aquellos que tienen piscina ya pueden ir pensando en reconvertirla en un trastero o en transformarla en una bonita casa para invitadosángel iturbide
Sábado, 13 de agosto 2022, 22:30
Hace unos días iba paseando y al pasar junto a la terraza de un local oí a un tipo decir «…y va y dice que ... el aire hay que tenerlo a 27 grados. Hijo puta». Casi al mismo tiempo escuché a un periodista afirmar que nosotros, los humanos, no merecíamos disfrutar del planeta en el que vivimos porque nos lo hemos cargado. Y este último tenía razón, mientras que el primero no pasaba de ser un energúmeno más de los muchos que hay en este país que adornan cualquier frase que sale de su boca con insultos y en la mayoría de los casos sin aportar ningún dato que lleve a avalar la descalificación. En lo que sí estoy de acuerdo con muchos es en la sobreactuación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Yo cuando algo no me gusta, me da vergüenza ajena y me provoca bochorno noto una reacción incómoda en mi cuerpo que me lleva a desconectar. Eso mismo es lo que hice cuando Pedro Sánchez protagonizó el lamentable episodio de la corbata. Bastaba con apelar al sentido común y al igual que hizo Miguel Sebastián en su día era suficiente con quitarse este complemento, siempre que el protocolo así lo acepte, sin más anuncios paternales ridículos. Ahora bien, este país, además de pícaros, es de ruidosos. Nos gusta meter ruido, es como si lo lleváramos en el ADN. Es lo que ha ocurrido con el plan para el ahorro energético que ha sido dado a conocer y montar una fiesta nacional. En todo esto parece que olvidamos que la Unión Europea nos conminó a reducir un 15% el gasto energético para hacer frente a la escasez de recursos por culpa de la guerra en Ucrania. El Gobierno español se plantó y dijo que no le parecía justo ese porcentaje cuando somos mucho más autónomos que otros países europeos más dependientes del gas ruso. Finalmente Europa aceptó que en vez del 15% fuera el 7. Y en esas estamos. A los mismos que oí criticar el plante del Gobierno y asegurar que Pedro Sánchez había hecho quedar muy mal a nuestro país ante Europa por su negativa a obedecer las recomendaciones de la Comisión les he escuchado criticar con dureza el plan de ahorro decretado por el ejecutivo. Y sí, es verdad que considero que el Gobierno ha vuelto a cometer los mismos errores de hace meses y a no saber o no querer comunicar bien sus decisiones. Lo peor es esa sensación de improvisación que trasladan en ocasiones los ministros de Sánchez, en lugar de consensuar unas medidas absolutamente necesarias y servir en bandeja de plata a sus oponentes políticos argumentos para la crítica y para meter ruido. Ruido, nada más que eso porque al final todos aceptan la mayor. Ruido e hipótesis absurdas como esa de que con el apagón de los escaparates la inseguridad aumentará y poco menos que nadie podrá salir a la calle a partir de las 22 horas. O sea que según el PP las calles se iluminan gracias a los escaparates cuando quien tiene el deber de hacerlo es la administración. O como la pregunta estúpida que lanzó un portavoz del PP al interrogarse que si los comercios que están abiertos tienen que apagar los escaparates también a las 22 horas. Bochornoso y ridículo porque obviamente los negocios abiertos no van a trabajar a oscuras. Pero mete ruido que algo quedará.Pero a mi esto del ahorro energético no me preocupa porque lo considero necesario haya o no haya una guerra en Europa; son medidas que se deberían haber adoptado hace muchísimo tiempo. Lo que de verdad me tiene al borde de la depresión es el calentamiento y la crisis del clima que padecemos. Incendios, falta de lluvia, temperaturas que nunca hemos conocido que baten registros día sí, día también en cualquier punto del país, sequía, restricciones, calentamiento de los mares con efectos desconocidos sobre las especies marinas, reducción de los casquetes polares, cordilleras con nieves eternas que dejarán de serlo, y un largo etcétera. Con lo que se nos viene encima me rio yo de las medidas del plan de ahorro energético. Preparémonos porque esto no ha hecho sino empezar. Según los científicos cada vez pasaremos más calor, las temperaturas seguirán subiendo, las estaciones ya no serán lo que hemos conocido hasta ahora y todo cambiará y nosotros lo pasaremos muy mal. Debemos tomar conciencia de que habrá que adoptar otras medidas para hacer frente a esta situación. Los incendios no han dado tregua en todo el verano, la sequía avanza y ya empezamos a oír que hay restricciones de agua en muchos puntos del país, también en el norte. Lo que tenemos que hacer es no malgastar el agua en lugar de correr al grifo para ver si seguimos teniéndola. De aquí a muy poco no vamos a poder regar los jardines, ni públicos ni privados; los coches estarán guarros y más en una provincia con calima; y aquellos que tienen piscina privada ya pueden ir pensando en reconvertirla en un trastero o en transformarla en una bonita casa para invitados porque muy pronto no podrán llenarla. Entonces vendrá el hijo de puta de turno y nos impondrá medidas de ahorro y volverá el ruido. Y no nos quedará más remedio que darle la razón a quien dijo que no nos merecemos vivir en este planeta que nos hemos cargado.
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