La amabilidad de los desconocidos
Rosa Belmonte
Lunes, 25 de noviembre 2024, 23:03
Ayer fui al banco. Hasta aquí no parece interesante. Tampoco va a mejorar mucho. Fui a hacer cosas de las de toda la vida: sentarse ... delante de una señora y, en mi caso, hacer un pago a Hacienda. Cuando me llega una carta de Hacienda lo que más me gusta es que llegue con carta de pago. Me gusta tanto como que me saquen sangre (de verdad me gusta verlo) o sacar pelos de los desagües, que también me gusta. De mis desagües, claro, que tengo mucho pelo. Había un chico delante de mí. Se sentó y dijo que el cajero se había comido su tarjeta. Y a continuación preguntó a la señora del banco, una señora de mediana edad y de apariencia normal: «¿Qué tal le está yendo la mañana?». «Muy bien, ¿y a ti?». Luego dijo al chico que no tenía que haber bloqueado la tarjeta, que con apagarla desde la app era suficiente. Añadió: «Tienes un pelo muy bonito». Cuando me tocó no dijo nada de mi pelo. Da igual, estaba contenta por la amabilidad de los desconocidos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión