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Restringir a tiempo

Editorial ·

Que la vacunación pudiera adelantarse no resta gravedad al momento y urge evitar un serio repunte de casos a cuenta de la Navidad

Jueves, 17 de diciembre 2020, 00:32

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El presidente Pedro Sánchez anunció ayer en el Congreso que el Gobierno «propondrá a las comunidades autónomas endurecer el plan de Navidad» si lo considera ... necesario, y el Consejo Interterritorial de Sanidad abordó qué medidas podrían adoptarse para frenar la tendencia al alza de los contagios. Recurrir a confinamientos perimetrales, dar marcha atrás en la permisividad ante viajes de reencuentro familiar o emplazar a reuniones con menos gente, entre otras. La sucesión de puentes festivos y el incremento de la movilidad ante la Navidad hacían predecir que, aun de manera desigual entre autonomías, provincias y localidades, aumentarían los casos de infección. Pero si ya resultaba arriesgado que las administraciones concernidas, empezando por el Gobierno, contribuyeran a la relajación general, es absolutamente temerario que ahora opten por un abordaje parsimonioso del problema. Bien posponiendo en días la corrección de sus propias decisiones, bien anunciando medidas de contención que se aplicarían después de Reyes. La información disponible por los ciudadanos respecto a los riesgos de una tercera ola epidémica no permite que nos sacudamos nuestra responsabilidad cívica para preservar la salud de todos. Pero las instituciones tampoco pueden desentenderse de la suya transfiriendo a la conducta individual y a la de las familias su obligación de impedir el incremento de contagios. El hallazgo político de la 'cogobernanza' no debería servir para que el Ejecutivo central se escude en las competencias autonómicas y en la delegación de las atribuciones del estado de alarma cuando la pandemia le requiere una actitud proactiva que no se limite a funciones de propuesta y coordinación. Y a estas alturas, los gobiernos autonómicos no deberían sucumbir a la tentación de una gestión partidista de sus potestades, o a la vana creencia de que su dominio de la situación territorial les asegurará el éxito frente a un coronavirus que sigue mostrándose desconcertante al valerse para su expansión de cualquier resquicio en la conducta social. La posibilidad de que la vacunación pudiera adelantarse en una semana, si la EMA y la Comisión Europea validan inmediatamente el producto de Pfizer-BioNTech, no resta gravedad al momento. Todo lo contrario, urge a evitar por todos los medios que el comienzo de la administración de vacunas coincida con un serio repunte de casos.

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