¿Tradiciones?
Podríamos definir la 'tradición' como un conjunto de prácticas, creencias o saberes transmitidos de generación en generación, que aportan identidad a un grupo y suelen ... tener un valor simbólico o histórico... Otra cosa distinta es la 'costumbre': el hábito o modo de hacer algo que se practica de manera regular en una comunidad, pero que puede cambiar o desaparecer con el tiempo.
Pero –tengámoslo siempre en cuenta–, la distinción entre tradición y costumbre no solo es conceptual, también sirve para orientar nuestras decisiones en la vida diaria y en la organización de nuestras comunidades. Si entendemos la tradición como un anclaje identitario, podemos proteger y valorar aquello que transmite memoria, ritos, lenguajes, artes y saberes que fortalecen la cohesión grupal. Pero si solo nos centramos en la costumbre, corremos el riesgo de convertir lo habitual en algo estático, desconectado de su significado y susceptible de perder relevancia ante cambios sociales, tecnológicos o culturales.
Quizá, ahora, os preguntéis la razón del por qué me ha dado por delimitar ambos términos –y seguro que tenéis toda la razón– pero es que me estoy cansando de escuchar medias verdades que sólo intentan justificar caprichos personales o de egocentrismo incívico en aras de historias, leyendas o mitos de rancia usanza.
Entiendo –¿entendéis?– como más positivo valorar la continuidad de aquello que da identidad y coherencia a un grupo, al tiempo que se mantiene la flexibilidad necesaria para que la vida colectiva siga siendo inclusiva, respetuosa y adaptable a los nuevos tiempos... Y –no lo dudéis– esto implica reconocer y preservar los elementos que fortalecen la memoria compartida y el sentido de pertenencia; analizar críticamente qué tradiciones merecen conservarse y qué costumbres pueden revisarse para mejorar la convivencia; fomentar la participación de todas las generaciones y voces diversas para que las decisiones reflejen intereses y valores actuales; y –¿cómo no?– buscar soluciones que equilibren la celebración, el descanso, la seguridad, la libertad y la identidad con la novedad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión