Los agricultores van por libre
Desde hace tiempo agricultores y ganaderos vienen vendiendo sus productos a pérdidas
Rafael Civantos
Jueves, 8 de febrero 2024, 23:25
Esta semana estamos viendo como los agricultores han sacado los tractores de sus cocheras y explotaciones, pero no para labrar el terreno, si no para ... realizar cortes de carreteras y autovías, que están ocasionando más de un quebradero de cabeza a otros trabajadores y colectivos que tienen que hacer uso de estas vías de comunicación para desplazarse de un lugar a otro impidiéndoselo estos agricultores y ganaderos por sus movilizaciones, que muchas de ellas no estaban comunicadas y mucho menos autorizadas por las correspondientes Subdelegaciones del Gobierno.
Lo sorprendente de estas movilizaciones es que hayan sido de espaldas a las organizaciones agrarias, con las que el ministro de Agricultura tiene la interlocución creada y, al fin y al cabo, con las que negocia para llegar a acuerdos en determinadas materias que terminan siendo plasmados en forma de normativa en el Boletín Oficial del Estado, y que muchas veces son incomprensiblemente poco beneficiosas para lo que es la agricultura y la ganadería de nuestro país. La mayoría de las veces por tener que aceptar y acatar las tesis que le marcan desde Bruselas y que son comunes para toda Europa.
Estas movilizaciones, en gran medida, llegan por la pasividad de esas organizaciones agrarias, por no haber reaccionado a tiempo y por aceptar una Política Agraria Comunitaria seriamente perjudicial para los distintos sectores, que esta concebida y basada en el liberalismo económico, en la libre circulación de mercancías y en los tratos preferenciales con terceros países que muchas veces, o la gran mayoría de ellas, suponen una competencia desleal para los agricultores y ganaderos de España en particular, y de toda la Unión Europea en general, a los que desde hace mucho tiempo se les ha ido utilizando como moneda de cambio para acuerdos preferenciales, y políticas que se desvían en su totalidad de lo que es una agricultura social que pueda mantener y fijar la población al territorio.
Desde hace mucho tiempo los agricultores y ganaderos vienen vendiendo sus productos a pérdidas, con precios que muchas veces se multiplican por más de diez veces desde el campo a la mesa. Situación ésta por la que nadie ha hecho nada por remediarla, ni desde España, ni por supuesto desde la Unión Europea, cuando Reglamento tras Reglamento, lo único que han venido haciendo en burocratizar cada vez más la agricultura y la ganadería en toda la Unión Europea y establecer condiciones de producción mucho más restrictivas que las que se les exigen a las importaciones que nos llegan de terceros países.
Por ello la organizaciones agrarias, que una tras otra están consistiendo estas políticas, están siendo cómplices de ellas, están perdiendo día tras día el poder de representación del agro español, haciendo que surjan estas reivindicaciones espontáneas de las que se aprovecha de manera descarada la ultraderecha, para tratar de hacerse fuertes políticamente en el sector agrario y ganadero, en el que en elecciones como en las municipales y autonómicas, se ha visto como han sacado una gran rentabilidad política de ello.
Ahora las organizaciones agrarias van demasiado tarde, casi como pollo sin cabeza y lo que si está claro que con el aliento en el cogote de estas protestas, que aunque convocadas de manera espontánea y muchas de ellas de manera sorpresiva, están siendo apoyadas de una manera importante y por primera vez en mucho tiempo han conseguido que toda una Presidenta de la Comisión hable de los agricultores, algo que hace muchos años que no ocurría.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión