Había que decirlo y se ha dicho. Son 18 las puertas que tiene la Alhambra. ¿Lo sabía usted? Yo no tenía ni idea. Me enteré ... el pasado lunes, tomando café con Enrique, antiguo compañero de trabajo y sin embargo amigo.
Si los caminos del Señor son inescrutables, ni les digo los de un prejubilado con inquietudes. Enrique Jiménez Cotelo cambió el estudio de balances por la historia. Se despojó del traje y la corbata y los cambió por el atuendo más cómodo del viajero con curiosidad y paciencia. Armado con una cámara de fotos, se subió ahí arriba, al cerro de la Sabika, a mirar la Alhambra. A mirarla y a verla. A escrutarla. A retratarla y a contarla de forma tan rigurosa como amena.
Ustedes saben que yo soy muy de puertas. Recuerden a The Doors y a Huxley: hay cosas conocidas y otras desconocidas, en mitad están las puertas. Las de la percepción y las del conocimiento. Y también las de Alhambra. Que son 18. ¿Se lo he dicho ya? No pasa nada. Así reforzamos el conocimiento.
Puerta de las Granadas, de la Justicia, la del Vino… ¿cuáles más? Esto… ¡Ah sí! La de los Carros. ¡Y esa tan rara, en mitad del bosque, que no da a ningún sitio y tiene nombre de plaza…! ¿Y esa otra que se ve cuando bajas por los Chinos, chiquitilla, en mitad de la muralla?
Estoy encantado con el espléndido libro que ha escrito Enrique y ha publicado la editorial granadina Aliar. Y ojo a las fotografías, muchas y muy buenas, del propio Enrique. Si tenía buen ojo con los números, no les digo ya con el objetivo, la luz y las ópticas…
El jueves, a las 19 horas, se presenta 'Las puertas de la Alhambra y el Generalife' en El Corte Inglés. Les aconsejo que no se la pierdan: no hay nada tan bonito como escuchar a un autor que presenta su libro con pasión y emoción. Y si es un libro dedicado a la Alhambra, ni les cuento.
Ahora soy un hombre en una misión: este verano volveré a nuestro castillo rojo para buscar sus 18 puertas. Me situaré frente a ellas y disfrutaré de todos sus detalles, una vez que las he descubierto gracias a la lente y a la pluma de Enrique.
La vida, por fortuna, te da sorpresas. La de este libro ha sido una muy bonita. No me extraña que esté ya en una segunda reimpresión. Es ameno y es hermoso. Un libro para atesorar.
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