Como la noticia se publicó el miércoles por la noche, ya tarde, les confieso que no la leí para evitarme un posible berrinche. Estaba con ... una de esas novelas negras calificadas como adictivas y trepidantes y prefería seguir deambulando por una San Sebastián azotada por la galerna que arriesgarme a pillar un mosqueo de dos pares.
«La sala de exposiciones de Puerta Real reabrirá como sede del acelerador», rezaba el titular de marras. «¡Vaya usted por Dios! Otra estocada al frágil panorama de la cultura granadina», pensé. Pero como les digo, no abrí el enlace en el móvil. Estos tragos, mejor pasarlos con el café circulando generosamente por el sistema simpático.
Cuando leí la noticia ayer por la mañana, sin embargo, llegó la sorpresa agradable: «El Ayuntamiento y el Consorcio de IFMIF-DONES España, en el que se integran el Gobierno y la Junta, ultiman un acuerdo que devolverá el uso cultural del espacio, cerrado en 2019». ¡Qué bien me supo el siguiente sorbo a ese café humeante que tenía entre las manos! Me reconfortó.
No les voy a volver a hablar del despropósito perpetrado por Luis Salvador en sus tiempos como alcalde, cuando gobernaba con el PP antes de caer rendido a la irresistible seducción espadista y cerró la emblemática sala de Puerta Real que, gracias a CajaGranada Fundación, nos había permitido disfrutar de la obra de los más grandes artistas de la historia. Eso ya queda para los anales ignominiosos de esta ciudad, una venganza cainita que, por acción u omisión, mancha la trayectoria de quienes tomaron aquella incomprensible decisión.
Pero toca mirar hacia delante y la idea de fusionar arte y ciencia pinta bien. Llevar la sede del acelerador, uno de los proyectos capitales para la Granada del siglo XXI, al centro y abrirlo a la ciudadanía, es una gran iniciativa. Que se conozca. Que se visibilice. Que se palpe.
También me gusta el hecho de que la sala grande de Puerta Real vaya a seguir acogiendo exposiciones que fusionen arte y ciencia. El reto es estar a la altura de la historia que atesora ese espacio. Su éxito dependerá del presupuesto con que se dote para no quedarse en un 'quiero y no puedo'. Y ahí sí tengo mis recelos, no les voy a engañar, a la vista de las escasas partidas para Cultura de los recién aprobados presupuestos municipales.
Estaría muy bien que se encarguen proyectos ad hoc a los creadores y artistas granadinos y andaluces para que reinterpreten en clave artística todo lo referente al proyecto IFMIF-DONES. Que la sala de Puerta Real sea un espacio para el descubrimiento y el aprendizaje, pero también para la creación y la reflexión.
Y ojo a los plazos, que no resulta para nada tranquilizador leer que, de cara a posibilitar la compleja accesibilidad a la sala, «no existe un proyecto claramente desarrollado».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión