Pedro Sánchez te ha salvado la vida
marcial vázquez
Jueves, 18 de junio 2020, 23:11
Llevamos varios días escuchando como en los medios al servicio del sanchismo empiezan a concienciarnos de lo importante que es la ciencia; tan importante que ... España no puede seguir viviendo del turismo de aquí a 20 años y por eso tenemos que convertirnos en un país lleno de científicos. Esta es una estupidez del tamaño de aquella, también producto del socialismo, cuando en plena crisis financiera Zapatero aprobó una ley para cambiar el modelo productivo del país. Aún queda en youtube, para quien quiera ruborizarse con la hemeroteca, ruedas de prensa y mítines de socialistas donde tranquilizaban a los ciudadanos horrorizados por la crisis que se venía encima al explicarles que gracias al gobierno zapateril se había cambiado por ley nuestra productividad y que no iban a permitir que nadie se quedase atrás en el tránsito de la gran crisis. Algunos años después parece que la historia no solamente se repite sino que perfecciona en su sordidez y estafa intelectual. Porque es un insulto a la inteligencia pretender que en un par de décadas en vez de haber cientos de miles de camareros podamos disfrutar de cientos de miles de científicos, que harían de España, esta vez sí, un país envidiable por el resto del mundo.
Estamos de acuerdo que la investigación y el mundo científico patrio posiblemente necesite más recursos para apoyar su trabajo. Al fin y al cabo el campo de la investigación es un ejemplo de manual de los fallos del mercado que debe subsanar el dinero público. Pero se puede seguir siendo un país pionero en el sector servicios y apoyar de manera más decidida a todos aquellos que quieren y puedan ser científicos, porque ahora parece que ser un buen químico, un buen físico o un buen investigador en virus está al alcance de cualquiera, y nada más lejos de la realidad. No hay más que ver la cantidad de semianalfabetos funcionales que dominan la política a todos los niveles como para creer que pueden crearse cientos de miles de puestos de trabajo de investigadores competentes. A menos que 'investigar' ahora también abarque a esos estudios de impacto de género con los que disfrazan esos chiringuitos presupuestarios de la dictadura feminista.
Llegados a este punto también hay que preguntarse la exigencia que tendríamos hacia esos científicos que, en realidad, pagaríamos a través de nuestros impuestos en su mayoría. Lo digo más que nada porque nos encontramos como el gran modelo a seguir y a idolatrar al doctor Bacterio, un incompetente manifiesto que fue incapaz de prever la pandemia, de controlarla y veremos las negligencias que aun nos quedarán por padecer. Yo intuyo que tal interés político repentino en los científicos responde al deseo de la izquierda reaccionaria que nos gobierna de avanzar en su proyecto de ingeniería social donde empieza a ser una pieza fundamental ese cuerpo de investigadores y profesionales prestigiosos que sostengan ad hoc los intereses y las mentiras del sanchismo podemita, al estilo Tezanos en el CIS o expertos politólogos en las tertulias de la Ser.
Gracias a Simón desconocemos, desde hace semanas, el número real de muertos, pero sí sabemos que le debemos la vida a Pedro Sánchez. De las, por ahora, 450.000 vidas que ha salvado, según explicó en el Congreso, nunca podremos comprobar si ahí estaría incluida la nuestra. Nuestro gobierno no solamente es el que peor lo ha hecho de toda Europa en el plano sanitario y económico, sino que además de no pedir perdón por nada, encima le debemos todo. La desvergüenza llega a tal punto de que todo lo mal que se ha hecho estos meses es culpa de la oposición, de Díaz Ayuso en particular, y todo plan de consenso para 'reconstruir' el país es responsabilidad del PP, que tiene que ser el que le ofrezca ¡al Gobierno! sus planes para reactivar España. Es algo absolutamente insólito: un presidente exigiendo a la oposición que sea ella la que lidere el futuro del país.
Dice el científico Tezanos que el PSOE no para de subir en las encuestas gracias a su extraordinaria gestión de la pandemia. Si a este le sumamos al científico Bacterio jugando con la cifra de los muertos, la profecía del sanchismo invencible estará cumplida.
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