Pedagogía del ejemplo

A mi modo de ver, el concepto de pedagogía del ejemplo hace referencia a la necesidad de favorecer en todos los procesos educativos la coherencia existencial, para lograr la mejor alineación posible, en cada individuo y en la colectividad, entre pensar, expresar, sentir y hacer. El propósito de una pedagogía educativa es el desarrollo de la sabiduría o pensamiento práctico, crítico y creativo, es decir, aprender a utilizar el mejor conocimiento disponible para abordar los problemas complejos y cambiantes de la sociedad contemporánea y pergeñar el propio proyecto de vida. La epistemología de la representación y de la acción humanas supone la consideración holística de la personalidad, cuya formación requiere un dialogo permanente y constructivo entre los mecanismos automáticos e inconscientes del conocimiento práctico y los recursos reflexivos de la conciencia, por medio tanto de la acción exploradora, la repetición y el esfuerzo, como la contemplación, el contraste y la reflexión sobre el sentido y la eficacia de nuestra acción.

Por otra parte, como destaca Hallander (2020), en The Pedagogical Possibilities of Witnessing and Testimonies: Through the Lens of Agamben, no debe olvidarse que los ejemplos y los testimonios son poderosas herramientas pedagógicas, para bien o para mal, porque activan directamente las emociones de los individuos o los grupos. En la época digital de los big data, pueden utilizarse para controlar las emociones, y comprensiones de los aprendices, proponer la idealización fetichista de un ejemplo y la aceptación acrítica del modelo dominante o la moda omnipresente. Los ejemplos y los modelos adquieren sentido y valor en el particular contexto que habitan y por ello, deben ser objeto de contraste, cuestionamiento y crítica.