Parasomnia

Sé que algunos de ustedes que lo han experimentado y me lean se identificarán, suena a terror. Me informe sobre esto cuando le ocurrió a mi hija. Un día al ver que no bajaba a comer subí a la habitación y le toque y fue entonces cuando me contó lo que le había sucedido. Lo comentamos con su doctora y la entendió perfectamente ya que a ella también le ocurría y lo describía como «horrible». Seguí indagando, quería saber más sobre el tema. Me encontré con alguien de quien me sorprendió muchísimo su repuesta ante los mismos síntomas: «No entiendo cómo se asustan tanto a mí me ha pasado varias veces desde niño y aún a mis 48 años se repite y nunca me ha pasado nada ni me ha dejado ningún trauma; una vez me explicaron que no afectaba a mi salud, solo era cuestión de controlar la mente para no subir mi ansiedad y esperar a que el tiempo pasase».

En la clasificación internacional de los trastornos del sueño las parasomnias están dentro del grupo y está causada por una disociación entre los mecanismos que provocan la relajación muscular durante el sueño de movimientos oculares rápidos (sueño MOR) y aquellos que mantienen el estado de alerta. Y constatan que, a pesar de la corta duración de los síntomas (desde unos segundos a pocos minutos, no más de tres), a la persona le parece que han pasado horas sin poder moverse y eso es duro psicológicamente hablando porque crea una gran ansiedad. La buena noticia es que si tenemos alguna persona al lado y sabe que sufrimos este trastorno, al ver que no nos movemos aún estando despiertos si nos toca los síntomas desaparecerán en el acto y recuperaremos todo nuestro movimiento sin dificultad ni secuela alguna. Esto puede aparecer en la fase REM.

La parasomnia al ser un trastorno de la conducta del sueño puede provocar algunos episodios breves de querer despertase, sin que se llegue a interrumpir del todo el sueño, quedando en una especie de vigilia. Según NHS, el organismo público del Departamento de Salud y Atención Social de Reino Unido, normalmente la parálisis del sueño ocurre al momento de despertarse, sin embargo también puede ocurrir cuando acabas de quedarte dormido.

Durante un episodio de parálisis del sueño podría notarse cierta dificultad para respirar, normalmente se pueden mover los ojos, aunque hay personas que tampoco pueden y todo será en función del grado de estrés que tengamos. No olvidemos que esto se produce por este gran estado de ansiedad acumulada y algunos hábitos inadecuados. Por ello, el principal tratamiento sería la adopción de unos hábitos de sueño adecuados, lo cual incluye acostarse y levantarse según un horario lo más regular posible, pasar en la cama el número de horas adecuado, evitar las siestas prolongadas durante el día y no acumular privación de sueño.

Las recomendaciones para superar este trance serían mantenerse relajados sin perder la calma dado que no estamos corriendo ningún peligro real. Lo ideal sería volver a cerrar los ojos e ir moviendo poco a poco las diferentes zonas del cuerpo como son piernas, brazos y manos para acelerar el proceso de recuperación del tono muscular. Tras despertar del todo, sería aconsejable esperar unos minutos antes de volver a conciliar el sueño ya que corremos el riesgo de aumentar las probabilidades de padecer otro episodio similar.

Otros métodos utilizados son la terapia cognitivo-conductual y la meditación-relajación o terapia MR que se basa en cuatro pasos: revaluación del significado del ataque (revaluación cognitiva), distanciamiento psicológico y emocional, meditación interna focalizada en la atención y relajación muscular. Hay informes de casos preliminares apoyando este tratamiento que se sustentan en teorías del neurólogo hindú S. Ramachandran.

Por lo tanto, si alguna vez has tenido un episodio parecido a no poder moverte y sentir que había alguien o algo más contigo en la habitación y has pensado que te estaba sucediendo un hecho ligado a lo paranormal es muy probable que simplemente sufrieras una parálisis del sueño.