Pangolines y panolis
La Carrera ·
Sea como sea, aquí estamos. Pendientes de una crisis sanitaria, económica y política de aúpajosé ángel marín
Lunes, 4 de mayo 2020, 22:52
Es por panolis por lo que nos toman, aunque hablaré primero del pangolín al que echan las culpas de este fregado. Les cuento: La tarde ... de antes había estado lloviendo, pero a la mañana siguiente salió el sol y llamé a tía Gertrudis por ver como seguía de ánimo y de víveres. Descolgó el teléfono con voz lastimosa. Lógico tras semanas en arresto domiciliario. Pero en cuanto le pinché un poco se rehízo y pronto se interesó por ese mamífero al que cargan el mochuelo.
Hace años vi uno a las afueras de Hanoi y trasladé a la tita mi impresión del pangolín; animal menudo, de cabeza cónica, cubierto de escamas del hocico a la cola, que habita latitudes tropicales y bien podría ser un dibujo animado. Bichejo algo extravagante para los gustos faunísticos occidentales (clase política al margen); solitario y huidizo (aunque le sirve de poco viendo la cifra de capturas anuales, 20 toneladas de media, cómo será la cosa que el pangolín está en nómina de extinción). Animal de rutinas nocturnas y cachaza que pasea su coraza de escamas y se hace un ovillo si percibe amenaza. En China y Vietnam traen frita a la criatura porque las escamas que le sirven de armadura tienen mucho público y las usan como remedio de reumas, y ya puestos se zampan con deleite al bicho, aunque su consumo al parecer es ilegal (tan ilícito como los chanquetes en Torremolinos).
Conté a tita Gertrudis que el que vi era un pangolín asiático (manis pentadactyla) de esos a los que endosan la Covid-19. En contra –por supuesto- de lo que opinan los devotos conspiranoicos, que sostienen que el coronavirus procede del laboratorio de Fu Manchú.
Y tú, qué opinas, me interrogó ella. Como tengo dudas –añadí- consulté a un colega genetista. Me dijo que la manipulación genética habría dejado huella en el coronavirus y que si algún zumbado lograra ocultarlas merecería dos premios Nobel, aunque –apostilló el genetista- tampoco sería raro que el virus se hubiera escapado (mutado y recombinado) de uno de esos laboratorios llamados de alta seguridad, de los que China tiene un par y uno está en Wuhan, de donde dicen partió todo.
Sea como sea, aquí estamos. Pendientes de una crisis sanitaria, económica y política de aúpa. Una crisis profunda que está desnudando a ese gobierno en la sombra que no da la cara ni se somete a control parlamentario, a 'I. Redondo Productions', gurú venerado por talluditos acólitos/as encabezados por el propio presidente. Así la entente 'Pedro Gotera y Otilio Mentiras a Domicilio' se pasan por el forro la abnegación y buena fe de sanitarios, científicos, empresas y gente corriente. Un ejecutivo con más ofuscaciones que aciertos que continúa encapsulándose en su propia tramoya. Y es probable que así siga siendo mientras el sanedrín de Moncloa no abandone esa soberbia enfermiza, mientras continúen obsesionados con el marketing del poder, confiados como están en que sean los panolis de siempre los que paguen el pangolín.
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