El Plan REPower EU, presentado por la Unión Europea el pasado día 18 de mayo, supone la confirmación de la hoja de ruta de Europa ... hacia las energías renovables como mecanismo principal para frenar la dependencia energética. El plan pretende que la energía eólica produzca el 31% de la electricidad de toda Europa en 2050.
Parece más que evidente, pues, que la apuesta por las renovables supone la única vía para superar la alta dependencia energética del mercado europeo. Y también contribuye a garantizar el acceso al suministro energético sin poner en riesgo la sostenibilidad del planeta.
Ha sido precisamente un ecologista, Xavier Pastor, fundador de Greenpeace España, quien ha venido clamando por la agilización de todos los trámites administrativos para el desarrollo de los proyectos sostenibles que buscan conseguir un sistema energético europeo 100% renovable. Según Pastor, el «no dogmático» a las grandes instalaciones renovables no tiene ningún sentido en el contexto actual, donde peligra el futuro climático de Europa.
Desde Bluefloat Energy y SENER, promotores del proyecto Mar de Ágata, el parque eólico marino flotante de Almería, creemos que el desarrollo de esta tecnología en España debe abrir además una nueva relación entre el territorio y los proyectos, y una nueva forma de evaluación de estos proyectos en los próximos concursos gubernamentales, donde el criterio de adjudicación no sea únicamente el precio de venta de la electricidad, primando exclusivamente optimización económica de los proyectos, tal y como ha ocurrido en los anteriores concursos de generación en España.
Está claro que la competitividad económica ha de seguir siendo una pieza fundamental en la valoración, pero no se debe olvidar el valor socioeconómico que dichos proyectos aportan al territorio y a su tejido social. Cuestiones como la integración con otras actividades existentes, el fomento del empleo local, la madurez técnica y caracterización de las propuestas, la posibilidad de participación de los agentes sociales en la inversión, la transparencia y accesibilidad de la información, o la contribución al desarrollo tecnológico son algunos de los aspectos que deberían ser tenidos en cuenta, a partir de un diálogo vivo con el territorio, tal y como estamos haciendo en Mar de Ágata, siendo además muy rigurosos y exhaustivos en los estudios de implantación y en la definición técnica, para asegurar la compatibilidad con el medio natural sin comprometer su conservación.
El proyecto Mar de Ágata es un buen ejemplo de lo anterior Nace, además, con una voluntad clara de minimizar el potencial impacto que la actividad pudiera tener sobre el entorno, desde el diálogo constructivo con los agentes sociales y la comunidad científica. Y que, como asegura Xavier Pastor, representa la llave para asegurar la soberanía energética de Europa. Todos estos argumentos hacen de Mar de Ágata una iniciativa que contribuirá de forma determinante a paliar el cambio climático.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión