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La necesidad de enfermeras escolares

Llevamos años solicitando su presencia en los centros educativos. En los últimos meses con mucha más razón. Sin ellas, proliferarán los rebrotes y la Atención Primaria corre serio riesgo de saturación. Lo venimos avisando.

JOSÉ FRANCISCO LENDÍNEZ COBO

Domingo, 6 de septiembre 2020, 23:22

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Las escuelas infantiles trabajan desde el pasado 1 de septiembre. El resto de centros educativos van a ir abriendo sus puertas progresivamente en las próximas semanas. La vuelta a las aulas está siendo de todo menos segura. Mientras, la Covid-19 lleva desde finales de 2019 haciendo mella en el mundo. Han tenido tiempo de preparar la apertura de las aulas, pero no lo han hecho. Desde el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Jaén (ICOEJ) llevamos años solicitando la figura de la enfermera escolar en los centros educativos. En los últimos meses con mucha más razón. Sin la presencia de enfermeras en los colegios proliferarán los rebrotes y la Atención Primaria corre serio riesgo de saturación. Lo venimos avisando.

Padres, profesores, pacientes, algunos grupos políticos y por supuesto las asociaciones profesionales también reclaman la implantación de la figura de la enfermera escolar para poder garantizar mínimamente la salud y frenar las infecciones por coronavirus en el entorno escolar. Sin embargo, la amenaza de los rebrotes sigue más viva que nunca por la ausencia de enfermeras escolares en los centros. Estas profesionales resultan cruciales para asegurar que se cumple con las medidas preventivas a la vez que realizan a la par una labor de vigilancia epidemiológica de primer orden, para detectar a los alumnos o profesores con síntomas, proceder al aislamiento y al rastreo de los contactos, además de lógicamente atender cualquier eventualidad en materia de salud que pueda surgir en el centro. Sólo la contratación de enfermeras escolares puede garantizar la seguridad de los alumnos y los profesores. Su labor resulta fundamental mucho más allá de vigilar la presencia de síntomas. Hablamos de insistir en la higiene, poner en marcha planes de prevención y educación para la salud y por supuesto rastrear los contactos en el seno del colegio y las familias, descargando así a las compañeras de Atención Primaria, actualmente saturadas por sobrecarga asistencial y con una ratio raquítica en nuestra provincia.

Del mismo modo, consideramos una pésima medida la propuesta por el Distrito Sanitario Jaén Sur, según lo publicado en medios de comunicación, que organiza con los centros de salud de la zona la figura del «enfermero del colegio» que «no tendrá labor presencial ni asistencial en el centro escolar». Las instrucciones de la directora gerente para organizar el dispositivo, que debe estar implantado desde el 1 de septiembre, supone que los centros tengan un teléfono de contacto al que poder llamar a un administrativo que hará de interlocutor con el «referente COVID del colegio».

Este sistema supone que los centros no tienen un enfermero o enfermera sino un teléfono al que poder llamar en casos de síntomas: un administrativo cogerá la llamada y pondrá en contacto al profesional sanitario que corresponda con los equipos directivos. Un despropósito y lo que es peor, dejar a su suerte a los escolares, a sus familias y a los profesores.

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