Necesidad de consonancia cognitiva

Quienes tienen una estructura de personalidad autoritaria, en el sentido que le daban Fromm o Adorno, y que, por consiguiente, tienen una gran rigidez cognitiva, esa tendencia será mayor. Y para ello utilizan diferentes caminos. Unos más individuales, como cambiar sus actitudes, creencias o conductas, o racionalizar su conducta. Así, alguien que cree ser un patriota español y sabe que está defraudando a Hacienda, se convencerá fácilmente de que este gobierno ilegítimo se merece el fraude, pues hace una mala utilización del dinero que recauda, o de que, al fin y al cabo, todos los españoles defraudan. Un segundo camino muy utilizado consiste en buscar apoyo social, y para ello se relacionará sobre todo con personas que estén en su misma situación, en este caso, con otros defraudadores, de forma que se apoyarán mutuamente, contando chistes sobre los tontos que pagan impuestos, hablando mal del derroche gubernamental, etc. Y se relacionarán menos con personas que no defraudan a Hacienda o que están contra los defraudadores, pues ello les produciría más disonancia.

Por tanto, el apartado de la teoría de la disonancia dedicada al apoyo social tiene una relevancia especial para entender –y combatir– la expansión de las falsas noticias. Serían especialmente las personas más autoritarias y más rígidas cognitivamente –aunque no sólo ellas– las que, cuando se encuentren en una situación de disonancia, más necesiten acudir a otras personas para reducir su disonancia, cosa que harán o a través de las redes sociales reales o de las virtuales. De ahí que formarán parte de chats cuyos componentes piensen como ellas o wasapearán exclusivamente con personas similares, con lo que, en ambos casos, a la vez que consiguen reducir su disonancia, hacen que sus actitudes y creencias sean más extremas. Igualmente, se expondrán más (o exclusivamente) a aquellos medios de comunicación que más se aproximen a sus creencias y actitudes, teniendo un gran interés, además, en creerse acríticamente todas las noticias que, por falsas que sean, coincidan con sus propias actitudes y creencias.