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Pin Neandertal

Puerta Purchena ·

«Para los que manipulan y mienten que se laven la boca con agua y jabón y se vuelvan a las cavernas»

Domingo, 26 de enero 2020, 22:57

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Ya me hubiera gustado, pero el titular no es mío. No tengo tanto ingenio. Es de un usuario de twiter y se lo he arrebatado ... y lo he hecho mío porque considero que se ajusta fielmente a lo que estamos viviendo en los últimos días. La polémica intencionada suscitada por Vox ha calado en la sociedad y no hay comida familiar o tertulia de barra de bar en la que no se hable del chantaje de la ultraderecha, primero en Murcia, y luego ya veremos en qué más lugares para 'vender' su apoyo a los gobiernos regionales a cambio de que se implante el pin parental o pin Neandertal que considero mucho más apropiado. Y las posiciones están de lo más divididas. Desde los que rechazan la intromisión de los padres en la educación de sus hijos hasta los que consideran que sí, que los padres deben posicionarse en los contenidos o en las actividades complementarias que reciben los chavales en la escuela. Desde mi punto de vista todo el mundo tiene derecho a opinar, faltaría más, y seguramente los padres, favorables y detractores, con más motivo. Ahora bien, dar una opinión no significa manipular y mentir. Y eso es lo que, precisamente, está haciendo Vox una y cada vez que abre la boca. Y hay que denunciarlo y hay que gritar fuerte que ya está bien de mentiras y que, por supuesto, el que miente debe asumir esa responsabilidad, pero los ultraderechistas se han configurado como verdaderos embaucadores a los que les da igual todo. Empezando por su líder, Santiago Abascal, quien afirmó sin ningún tipo de sonrojo que el pin parental pretende proteger a los menores de seis años contra el adoctrinamiento en juegos eróticos. Mayor desvergüenza es difícil de imaginar. No se conoce ningún caso de denuncias por adoctrinamiento en la escuela y eso hay que decirlo y repetirlo cuantas veces sea necesario. En la misma línea se situó el portavoz de la ultraderecha en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, que habló en el mismo tono en centros con niños de hasta ocho años. Cuando un periodista le preguntó que en qué colegio había ocurrido eso Hernández contestó que no lo sabía, que él daba a conocer en rueda de prensa los datos que le habían pasado desde su partido. Yel Parlamento aún no lo ha reprobado por mentir, manipular y por atacar a todo un colectivo como el del profesorado. Porque esa es otra, han dejado a la altura del barro a los profesionales de la educación que nunca han recibido una queja, pero para Vox son los perversos de esta sociedad enferma que enseña juegos eróticos a los menores de seis años. ¡Venga ya tanta desfachatez! Lo que necesita este país es, precisamente, educación y no nadie que, merced al chantaje, venga a crear un problema donde no lo ha habido nunca. Cuando yo tenía diez años en un seminario en Logroño me explicaron muy bien todo aquello de la reproducción humana. Y lo hacían, curas además, con aquello de que hay que poner la semillita en el interior de la tierra para que luego el jardinero la cuide y salga una plantita preciosa. El problema estaba en que yo a mis diez años en lo único en que pensaba era en jugar y hacer deporte y recuerdo que me comía el tarro porque lo último que quería era ser jardinero. Educación, mucha educación para acabar con embarazos en adolescentes; con ideas de adolescentes que consideran que la mujer está por debajo del hombre, o para terminar con esa enorme tontería que muchos asumen de que el Espíritu Santo puede dejar embarazada a una mujer. No, en absoluto, eso no puede ocurrir. Y educación y reforma del código penal para que las 'manadas' dejen de violar a las mujeres porque un día salen a la calle en grupo y ven una mujer y se dicen a ellos mismos vamos a pasar un rato agradable y nos 'ventilamos' a esa. Educación para que los energúmenos machistas dejen de matar a sus mujeres y parejas porque son los putos amos. Si se confirma la mujer asesinada en Lugo como violencia de género son ya seis las mujeres que han muerto en los 26 días que llevamos de enero, una cada cuatro días. Mucha educación para normalizar la diversidad sexual porque al final va a resultar que los depravados y los disfuncionales machos van a ser los heterosexuales de pelo en pecho. Yeducación para respetar a nuestros semejantes; para respetar y honrar a los profesores sea cual sea la asignatura que impartan, y para respetar a todo aquel o aquella que quiera a quien quiera querer porque nadie es nadie para decir a quién debemos querer. Y para los que manipulan y mienten que se laven la boca con agua y jabón y se vuelvan a las cavernas con su Pin Neandertal.

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