Momento Kairós: Una oportunidad
Un 'momento Kairós' es un espacio temporal en el que va a ocurrir algo importante. Es algo así como el temple psiquiátrico, la persona siente que algo va a pasar, puede y debe ocurrir
Enrique Villanueva Cañadas
Sábado, 2 de enero 2021, 22:00
Con relativa frecuencia he de volver la vista al mundo griego para encontrar las respuestas a algunas cuestiones de orden ético, filosófico o epistemológico. La ... ética a Nicómaco (Aristóteles), las lecciones de pedagogía en Sócrates, de hermenéutica en Platón, de racionalidad en Euclides, perteneciendo al mundo antiguo, tienen plena vigencia y conviene consultarlas. Hoy echo mano de su mitología para hacer una reflexión que nos ayude en estos tiempos de zozobra. La idea original no es mía, es de mi compañero en la Real Academia, el Dr. Fernando Jiménez, eminente psiquiatra y gran erudito en el mundo antiguo. Me refiero al 'momento Kairós'. Los griegos tenían tres palabras y tres dioses para referirse al tiempo: Kronos, Aión y Kairós. Cada uno con sus cometidos: Kronos: la duración. El espacio de tiempo que hay entre la vida y la muerte y Aión: el tiempo pleno de la vida sin muerte. Siendo Kairós un dios menor, tuvo y tiene una gran importancia para definir momentos y situaciones existenciales. Su dimensión cultural y epistemológica es muy vasta y abarca situaciones muy diversas. Un 'momento Kairós' es un espacio temporal en el que va a ocurrir algo importante. Es algo así como el temple psiquiátrico, la persona siente que algo va a pasar, puede y debe ocurrir. En cirugía el momento Kairós es el instante en el que el cirujano decide actuar. Cada situación incierta, amenazante, esperanzadora tiene su momento Kairós, en el que alguien individual o colectivamente, decide actuar para salir de una situación de marasmo. La Covid-19, nos ha situado, al decir del Prof. Jiménez, en un momento Kairós. En la adversidad, conviene muchas veces, tomar un camino atrevido (Séneca).
La pandemia ha revelado muchas debilidades de nuestra sociedad, cada día se nos sobresalta con nuevas amenazas, pero en una situación en la que casi todo se ha hecho mal, surgen muchas oportunidades para mejorar. Durante algún tiempo viviremos un momento Kairós, lapso indeterminado en que algo importante sucede. Se nos brinda la oportunidad de una meditación sobre nuestro comportamiento individual y colectivo. El narcisismo, generalmente negativo, en tanto es egoísta y busca la alabanza del ego (ejemplos tenemos a diario, el más reciente, la gestión de la distribución de las vacunas, que se nos ha presentado como una gesta superior a la de la expedición Balmis, llevando la vacuna de la viruela a América) tiene una faz positiva a la que debemos tender, el narcisismo sano, que busca huir del egoísmo, de la radicalidad, del pensamiento único y el afán de dominación, tanto en los gobernantes, como en los gobernados. Este 'momento Kairós', debe aprovecharse, para defender y procurar una información fundamentada científicamente y desde la verdad, con rechazo de bulos y falsos profetas, que siembran dudas y desesperanza. Es el momento para que aparezcan las instituciones y los intelectuales, si quedaran, para trazar rutas fértiles a seguir, que nos saquen de la incertidumbre y los miedos. Es el momento de los líderes y de los héroes. Es el héroe, que nos describe Fernando Savater en su ensayo sobre la 'Tarea del Héroe'. Es un héroe mortal que supera la impotencia e incide con sus actos en la transformación política y social de su entorno o de su País. Pero también es un 'momento Kairós' para las academias, ese temple, nos está diciendo que hay que actuar y ahora, con una acción crítica, sí, pero constructiva.
Es obvio que sería bueno tener un Churchill, que aunque sea proponiendo sangre, sudor y lágrimas, cogiese el timón y con mano firme guiase a esta sociedad desorientada hacía una meta, si es buena mejor . Precisamos de un nuevo plan Marshall, que sea capaz de llevar los recursos allí donde el destrozo ha sido mayor, quizás hasta unos pactos de la Moncloa, serían bien venidos. Precisamos políticos que lleven la racionalidad, la coherencia y la compasión a la acción de gobierno. Cuando los muros se resquebrajan y el edificio amenaza ruinas, no es el momento de quitar un muro maestro, para instalar una jacuzzi. Se ha aprovechado un momento de debilidad democrática, con derechos suspendido por el estado de alarma, y el pueblo contenido en sus desgracias, para legislar de urgencia, en forma de decretos leyes y no precisamente en favor de los más desfavorecidos por la pandemia. Se ha aprovechado el momento para acelerar leyes innecesarias e injustas, una en concreto: la ley de eutanasia. Esta ley, que genera un derecho ex-novo, el derecho a solicitar la muerte, impone a los servidores públicos –los médicos– obligaciones imposibles de cumplir. La eutanasia, por definición, es la muerte de otro. Esta es la esencia del concepto y en esta ley se pretende que este privilegio recaiga, en monopolio, en un médico. El sujeto activo, el que mata, no importan las circunstancias, será un médico. Ello nos forzará a la siempre ingrata y lesiva tarea de la objeción de conciencia. Tampoco este 'momento Kairós' demandaba una nueva ley de educación, siempre conflictiva, no porque la educación lo sea, sino porque se carga más de ideología que de educación. Hay países en los que las leyes relativas a la educación no se cambian en siglos y aquí se aprovecha el momento mas delicado, para hacer una ley en contra de la mayoría de los educadores, de los padres y las instituciones. Sí que estamos en un 'momento Kairós' en lo relativo al Poder Judicial. Es necesario que el tercer poder del Estado goce de la misma independencia que los otros dos poderes, es por tanto necesaria una reforma que saque a los políticos de un poder en el que debe imperar la justicia, no la ideología, ni el sectarismo. Pero lo que este país no precisa, en absoluto, es un ataque a la jefatura del Estado, para propiciar un cambio de régimen, con la única razón que a una minoría, muy minoritaria, no les gustan las monarquías. Un rey constitucional no tiene poder político alguno, lo dice la Constitución, pero desde su posición de persona simbólica, neutral y de prestigio, sí que puede ser un líder que cohesione, arbitre y llegado el caso, haga propuestas. No es bueno cambiar de caballo en medio del río (Lincoln). No, queridos lectores, los males de España, precisamente ahora, no están en la monarquía constitucional. Cuando empezaba diciendo que estamos en un 'momento Kairós', en el que algo importante debe ocurrir, no estaba pensando en mandar al exilio a Felipe VI, porque precisamente él no es culpable de que España se encuentre en esta situación. El año que ahora nos deja se ha ganado, con largueza, el calificativo de 'annus horribilis': muerte, desolación y ruina ¿ha contado el virus con cooperadores en estos resultados? Al virus lo vencerá la ciencia y pronto, pero nos quedará ese 'momento Kairós' de esperanza que nos afecta a todos y a todos nos concita.
¡Feliz año nuevo!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión