Moclín, historia y paisaje juntos

La presencia de la cultura romana está muy documentada en todos los pueblos del municipio, siendo el más importante la solería de mosaicos de Tiena la Alta. Más tarde, los visigodos dejaron su huella en el municipio: tumbas visigodas de los siglos VIII al XI, en Tózar. No obstante, su etapa más conocida es la de la dominación árabe. Moclín fue conquistada el 26 de julio de 1486, tras tres días de asedio. La reina Isabel supervisó las operaciones de ataque. Con dicha conquista, quedaba expedito el camino para la conquista de Granada. Los Reyes Católicos pasaron, junto con la corte de Castilla, largas temporadas en la fortaleza, entre 1486 y 1492. Fue en Moclín donde la reina tuvo como rehén al Infantico, hijo de Boabdil, como garantía del cumplimiento de los pactos entre ellos.

El visitante de Moclín, tras visitar el Castillo, la Iglesia de la Encarnación, el Pósito, y tantas otras huellas del pasado, es obligado que conozca el Centro de Interpretación Comarcal, situado junto a la Fuente Vieja, un pilar del siglo XVI, anexo al Hostal Rural-Albergue de Moclín, donde se cuenta la historia del municipio desde la época prehistórica. La sala principal está destinada al mundo romano, donde hay monedas, utensilios y el ya citado monumental mosaico romano de 20 metros cuadrados, de Tiena la Alta, decorado con motivos geométricos y elaborado con teselas de mármol negro y blanco del siglo II d. de C. Otra parte del centro está destinada a la prehistoria, y se señalan los emplazamientos donde vivió el hombre, y los utensilios utilizados. También hay réplicas de cerámica nazarí, de la época califal -este verano se ha encontrado una jarra del siglo XIII en la cueva de Malalmuerzo-.

Pero no solo hay arqueología e historia en este municipio, también se puede gozar del paisaje a través de una de las rutas más atractivas del momento, la del Gollizno. Desde el pueblo de Olivares, a través de arbustos y pinares, se asciende hasta Moclín, discurriendo por caminos, pasarelas y puentes, bordeando los Tajos de la Hoz, garganta natural excavada por el constante fluir de las aguas del río Velillos. Una vereda estrecha nos saca de ese idílico paisaje para llevarnos a la Fuente de Corcuera, y, un poco más arriba, en los Tajos del Castillo, a la Cueva de Malalmuerzo -actualmente en estudio-, tesoro del paleolítico y santuario andaluz del neolítico, una de las cuevas prehistóricas más importantes del sur de la Península. Seguimos subiendo, y, a los pies del Castillo, encontramos la Iglesia de la Encarnación, sede del venerado lienzo del Cristo del Paño, cuya romería y fama son fundamentales para entender 'Yerma', magnífico drama rural de García Lorca. ¡Moclín y sus pueblos, bellos rincones para los que quieren encontrarse con la cultura y con el precioso paisaje de nuestra tierra!