Esta semana ha comenzado el curso escolar y, con él, los ajetreos. No hablo de las familias. Me refiero a colegios que no están a ... punto, más aulas prefabricadas por obras que no han acabado, bajas que no se han cubierto, etcétera. Algunas cuestiones suceden en el momento y otras se podían haber evitado. En cualquier caso, no creo que sea momento para necedades, como cuando se inauguró el curso en el primer ciclo de Infantil. La Consejería de Educación enviaba una nota a los medios de comunicación con el titular la Junta «apuesta por la gratuidad» de esta etapa educativa, cuando no es gratuita, como todo el mundo sabe. Existe una voluntad manifiesta por la Administración autonómica por confundir y se ve claramente con estas cuestiones. Apostar por algo es hacer algo o haberlo hecho, emprender un camino hacia alcanzarlo, pero el PP en la Junta no ha hecho nada por la gratuidad de Infantil y si en Primaria existe la gratuidad de los libros de texto es gracias a quienes han gobernado anteriormente. Ahora es su momento y gratis no es nada absolutamente.
Además, cuando dicen de dar, ofrecen migajas. Moreno Bonilla piensa dar 100 euros por hijo a las familias con rentas inferiores a 15.000 euros anuales para que, como dijo, «compren chándal». Muy gracioso. Yo no cobro mucho más de eso al año y me he dejado 110 euros solo en bolis, carpetas, folios y sacapuntas. El vestido y calzado viene ahora después. ¿Es una ayuda? Es una limosna, pero ahí está todo satisfecho anunciando miserias para quienes más lo necesitan.
Luego están los anuncios, ya en el Ayuntamiento de Almería, de 'Apps' para que los colegios den incidencias de mantenimiento. Lo que ya no dijo la alcaldesa es si tendrían una pronta respuesta por parte de la Administración, aunque la vaticino. Más de dos meses estuvimos esperando en mi colegio a que nos pintaran de azul un trozo de acera para que pudiéramos guardar la distancia social por la covid mientras recogíamos a nuestros hijos e hijas ante la falta de espacio en la puerta de mi colegio. Varios cursos llevamos pidiendo que arreglen una cuestión muy, pero que muy importante, de seguridad para las personas y ni caso. Espero que no corramos la misma suerte que el alumnado y profesorado del colegio San Valentín, del Tagarete, que tuvieron que salir huyendo el pasado año.
La 'App' de la que se jactaba la alcaldesa es algo que ya existía menos tecnológicamente y se llama 'escritos dirigidos al Ayuntamiento de Almería por parte de equipo directivo' y le llegan en papel o por correo electrónico. Además, hay otra cosa que se llama Consejo Escolar en el que hay, por ley, un representante municipal y a esa persona se le transmiten las necesidades que, en materia de mantenimiento y estructural en Infantil y Primaria –competencia municipal– se necesitan. Ni respuesta a escritos ni a las peticiones que se hacen directamente al representante municipal, pero tenemos una 'App'. Que el señor nos 'appare'.
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