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Miguel y las centenarias

Puerta Real ·

Cuando el robot de la Inteligencia Artificial despierte, nuestro rockero y doctor 'honoris causa' todavía estará aquí

ESTEBAN DE LAS HERAS BALBás

Sábado, 21 de mayo 2022, 23:36

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Lo publicaba el viernes Rosa Palo en su columna de última página de este diario: «Bonifacia Valcabado Sanz es una vallisoletana que acaba de cumplir ... 108 años». Todo es verdad, menos lo de vallisoletana, porque Boni, la tita Boni, es burgalesa. De San Martín de Rubiales, exactamente. Allí nació el 14 de mayo de 1914. Ella y sus cuatro hermanas eran muy guapas, según he oído contar a los cronistas de los chismes locales a la hora del mus tras el café y el carajillo. Mi paisana dice en El Norte de Castilla que el secreto de su longevidad es «no trabajar mucho, andar diariamente, comer poco y beber un vaso de Ribera al día». La genética debe contar también, porque los Valcabado son como el olmo de Machado y tienen por costumbre despedirse de este mundo rebasados de largo los 90. A Boni, además de los genes 'duracell', le han ayudado a conocer tantos calendarios su inquietud cultural y su afición al teatro, amén de ese vinillo diario de la Ribera. Dado que bodega y botica tienen la misma raíz griega (apotheke), yo siempre he optado por curarme mis alifafes con jarabes bodegueros y acudir solo a las pócimas de la botica por prescripción facultativa. Otros, como los forofos del brócoli y la quinoa, buscan la longevidad por la vía verde. Hay gente 'pa tó' y «cada uno tiene sus gustos; por eso hay ferias», como dice el refranero.

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