Mejores trabajos y más trabajo
Editorial ·
El desafío está en que las mejoras de la reforma laboral se emparejen con proyectos e inversiones que mantengan al alza el número de trabajadoresJueves, 3 de febrero 2022, 02:13
El paro creció en enero en 17.173 personas, cuando en el mismo mes de 2021 fueron 841.275 quienes se vieron empujados al desempleo, ... y desde 1998 no se había producido una pérdida tan leve de contratos laborales. Aunque el declive en la afiliación a la Seguridad Social afectó a 197.750 cotizantes respecto al cierre del pasado año, el 15% de las nuevas contrataciones fueron indefinidas, y el 61% de las altas correspondieron a trabajos a tiempo completo. El comportamiento del empleo el primer mes de 2022 puede ser significativo porque se trata de los primeros treinta y un días de vigencia del real decreto de reforma laboral que hoy se somete a convalidación parlamentaria. Enero retrae tradicionalmente la contratación laboral, su cuesta se ha sentido especialmente este año a causa de la variante ómicron, de la inflación y más en concreto por la subida de los costes energéticos. Y es de suponer que las ayudas europeas tampoco han empezado a hacer efecto en la gestación de un número significativo de nuevos puestos de trabajo.
Pero la pregunta que sugieren los datos de empleo de enero en relación a la reforma laboral es ineludible: si el obligado o inducido incremento de contratos indefinidos respecto a los temporales podrá mantener al alza los puestos de trabajo. O si, dado que 2021 cerró con una pérdida en horas trabajadas del 3,8% respecto a 2019, podemos encontrarnos ante una concentración de los costes laborales que haga el trabajo más digno en cuanto a su estabilidad y remuneración pero con menos oportunidades para incrementar el número de personas ocupadas. Cuando multiplicamos por dos la media de parados de la UE.
Es más que deseable que la reforma laboral sea hoy convalidada por el Congreso, porque su articulado insta a avanzar en la modernización de nuestra economía y porque es fruto del diálogo social entre los representantes de los empleadores y los representantes de los empleados. Pero aunque la polarización partidaria haga pensar que las pruebas que deberá superar la reforma laboral se sitúan a la derecha y a la izquierda de la mayoría parlamentaria que la convalide, el verdadero desafío está en que las notables mejoras que introduce en las condiciones laborales se emparejen con proyectos empresariales e inversiones públicas que mantengan al alza el número total de trabajadores cotizando a la Seguridad Social, y en situación de atender a sus necesidades básicas a salvo del riesgo de pobreza relativa.
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