Un master plan con dudas
Opinión | Puerta Purchena ·
Se trata de un proyecto importante (y lo he escrito en más de una ocasión) en la que los ciudadanos, junto a las instituciones que los representan, deben volcarse para hacer de su ciudad un lugar atractivo donde vivir que atraiga a propios y extraños del que puedan sentirse orgullososEl miércoles el equipo redactor del primer boceto del proyecto de integración Puerto-Ciudad con el arquitecto Jerónimo Junquera a la cabeza, presentó una profunda ... reflexión sobre lo que será la vista al mar de una ciudad que, tradicionalmente, no ha sabido o no ha querido mirar demasiado a su sur. Un proyecto que transformará toda la fachada litoral de la ciudad 'conquistando' nuevos espacios y haciendo de toda la zona un lugar de encuentro, esparcimiento y riqueza que cambiará totalmente la fisonomía de la capital. Un proyecto importante (y lo he escrito en más de una ocasión) en la que los ciudadanos, junto a las instituciones que los representan, deben volcarse para hacer de su ciudad un lugar atractivo donde vivir que atraiga a propios y extraños del que puedan sentirse orgullosos. Lo hizo Málaga o Cartagena, por poner dos ejemplos cercanos, y la transformación que ha supuesto para ambas ciudades les ha reportado cien por cien beneficios.
Un lugar de encuentro, esparcimiento y riqueza han leído hace solo un momento. Exactamente, porque eso debe ser el puerto de Almería. Pero a la par que se consigue ese lugar de encuentro y esparcimiento de todos los ciudadanos, se debe trabajar para lograr más riqueza, es decir, para que el puerto sea económicamente rentable. Transformar el puerto y aledaños para el uso y disfrute de los almerienses y de cuantos hasta aquí lleguen, no está reñido con los usos industriales propios que el puerto debe tener. Conjugar ambas vertientes y hacerlas compatibles es el reto que tienen por delante cuantos creen en el proyecto.
Jerónimo Junquera y el equipo que dirige están fuera de toda duda. Son competentes y, seguramente, los mejores para liderar y diseñar lo que será la transformación del puerto. Ahora bien, en el estudio de esta primera fase que se presentó el miércoles llamó mucho la atención que no se dedicara ni una sola línea a la conexión ferroportuaria. Todas las partes implicadas han mostrado con más o menos entusiasmo, con más o menos convencimiento, la conveniencia de que el tren llegara hasta el puerto para hacer de este una plataforma logística de primer orden aprovechando el cierre del Corredor Mediterráneo y aprovechando, y esto es importante, el potencial que supone ser la puerta de entrada en Europa para todos los productos procedentes del continente africano. Junquera dijo a este periódico que no se había contemplado esta conexión debido a «su complejidad». Desconozco, algo que no creo, si Junquera ha dejado al puerto sin tren porque así lo decidió él o porque no se le ha transmitido en realidad la obligación de hacerlo. Si a las primeras de cambio nos retractamos esto lleva camino de convertirse en humo como los muchos proyectos que se han pensado para Almería y que no se han hecho o se han hecho mal. El alcalde decía tras la presentación que la conexión debe hacerse soterrada y tiene razón. Hay que hacerse y debe hacerse y es hora de que quienes impulsaron el proyecto del Puerto-Ciudad se pronuncien con claridad. Y si no hay que hacerlo y no debe hacerse hay que decirlo, pero lo que no es de recibo es el silencio y dejar que la fruta caiga de puro madura porque las más de las veces cae podrida. Lo mínimo que hay que pedir es valentía para hacer las cosas bien desde el principio.
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