La violadas a las prefabricadas

Donde dije 'digo' ahora pongo una 'caracola'. Dos años ha tenido la Junta –como el resto de comunidades- para construir los centros de crisis 24 horas en cada provincia siguiendo el mandato de la Ley de Libertad Sexual, de 2022. El primer plazo que dio el Ministerio fue principios de diciembre y ha tenido que prorrogarlo hasta el 31 de diciembre porque la mayoría de las regiones no tiene hechos los deberes. No sólo Andalucía, pero ha sido aquí donde han elegido un material similar al empleado por el primero de los cerditos del cuento de Joseph Jacobs para construir estos centros.

Parece más que evidente que para la Consejería de Igualdad que dirige Loles López los centros no han sido una prioridad. No lo es ni cumplir con una ley estatal ni atender debidamente a las mujeres víctimas en Andalucía. En lugar de buscar un lugar idóneo, permanente y duradero en el tiempo –porque esto ha venido para quedarse a no ser que gobierne la extrema derecha, que dios no lo quiera- ha tirado de 'Tente' y ha comenzado a instalar módulos prefabricados como remedos de centros de atención a las mujeres víctimas. Este despropósito ya ha sido denunciado por parte de asociaciones de mujeres y por la coordinadora de la Unidad de Violencia de Género en Andalucía, quien asegura que son infraestructuras «poco adecuadas». Y lo son.

No creo que tenga la misma confianza para una mujer que ha sido víctima de una agresión sexual acudir a contar su terrorífica experiencia y comenzar, a partir de ese momento, a tomar las medidas oportunas y convenientes para denunciar el delito, acudir a un edificio bien iluminado, señalizado, integrado en la ciudad, que entrar por la puerta de atrás de un lugar que tiene toda la pinta de que va a desaparecer a la mínima de cambio o en la próxima feria, como le ocurrió a Tom Hanks en 'Big'.

La Junta ha contado con dos años y más de 12 millones de euros de dinero de los fondos europeos para construir estos centros. Lo ha podido hacer reformando edificios municipales o autonómicos en desuso, pero no. Ha optado por decirnos claramente dónde merecemos estar las mujeres y más quienes por desgracia han sido violadas o agredidas sexualmente: en sucedáneos de edificios porque son una cuestión secundaria.