Milei y todos los hombres
«Las mujeres no se verán representadas sobre el papel. Al no estar, no existen. Vuelven a ser la masa silenciosa que nunca debió hacer ruido. Sumisas, complacientes e inexistentes. Ya no hay 'aes'»
Marta Soler
Periodista
Jueves, 29 de febrero 2024, 23:08
A partir de ahora, por un decreto de presidencia, todas las mujeres argentinas pasarán a ser hombres y no se hará distinción de género, ni ... de sexo ni de cristo que lo fundó. Así, nadie se equivoca. Se podrán dejar melena, raparse, llevar moño alto….todo el mundo será hombre, así, sin más, de la noche a la mañana porque lo ha querido Javier Milei. El excéntrico presidente argentino ha prohibido el lenguaje inclusivo para referirse a las mujeres que pasarán a ser hombres en los documentos oficiales, en los libros de texto de los colegios públicos argentinos, en la cartelería publicitaria y en la hoja parroquial, por citar sólo algunos ejemplos. Milei es un tipo de principios. Dijo que iba a acabar con el Ministerio de Mujeres, género y diversidad y ¡pumba!: fuera. Dijo que iba a acabar con esa 'dictadura de género' lingüística que confunde hombres y mujeres, y ¡dale! Hecho. Dijo que iba a acabar con las desigualdades sociales….ah, eso aún no. Dijo que iba a revitalizar la hundida economía del país… eso aún tampoco. De hecho va a peor. En cualquier caso, se ha ido a lo importante, a la raíz del problema argentino y es el jaleo de distinguir entre hombres y mujeres, ¡qué carajo! A partir de ahora, serán los hijos quienes reciban permiso de los padres sobre el papel para hacer cualquier cosa, serán sólo alumnos quienes cursen estudios, serán sólo pacientes masculinos quienes pedirán una cita y serán sólo los ciudadanos argentinos quienes tramiten cualquier gestión burocrática. Las mujeres no se verán representadas sobre el papel. Al no estar, no existen. Vuelven a ser la masa silenciosa que nunca debió hacer ruido. Sumisas, complacientes e inexistentes. Ya no hay 'aes'.
Seguro que con esta medida ya se solucionan todos los problemas que tiene Argentina. No importa que cuatro de cada diez argentinos viva en situación de pobreza, la violencia endémica sobre las mujeres, la inflación por las nubes, los casos de abuso policial y otra humillante lista de la violación de los derechos humanos que se ejercen sobre la población argentina y que figuran en el último informe de Human Rights Watch. Milei considera que la raíz del problema de su amado país es que se dice 'argentinos y argentinas' o 'ciudadanos y ciudadanas', pero fijo que no tiene ningún pudor para llamar 'sirvienta' a la señora que seguro se ocupa profesionalmente de dejar su casa en orden. Al presidente argentino le incordian las 'aes' –por supuesto, las arrobas, las equis y todo lo que se emplea para hacer inclusivo el lenguaje-, pero no le chirrían sus propias sandeces lingüísticas, como lo de acabar con la destrucción del español «a manos del delirante progre globalismo»; frase empleada para volver a la población toda masculina de un plumazo. Si aquí alguien delira es Milei. Es un ultraderechista de libro, como su admirado Santiago Abascal, de quien menos mal que nos hemos librado. Las primeras libertades que se atacan en un sistema dominante son las conseguidas por las mujeres y ahí es donde ha puesto el foco Milei despreocupado, por lo visto con todo lo que se le viene encima.
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