Cantos a la pederastia
«En las fiestas, micrófono en mano, en lugar de entonar algún escrito de la madre Teresa, creyó más conveniente recordar una tonadilla sobre un varón mayor de edad que coge en contra de su voluntad a una menor en el bosque»
Marta Soler
Jueves, 5 de septiembre 2024, 23:07
La esencia de Arévalo ha vuelto. Ha empezado por el norte. En concreto, por Vita, el pueblo de Ávila, donde su alcalde hizo apología de ... la pederastia en una verbena popular. En las fiestas, micrófono en mano, en lugar de entonar algún escrito de la madre Teresa, creyó más conveniente recordar una tonadilla –espero que esté en desuso- sobre un varón mayor de edad que coge en contra de su voluntad a una menor en el bosque, le lleva a su casa y le echa el primer 'caliqueño'. Del mismo modo que a 'Martes y Trece' no se le ocurriría incluir el número 'Mi marido me pega' en un especial de toda una vida o a Arévalo –de vivir- de mofarse de la discapacidad de nadie teniendo en cuenta sus propias limitaciones para llegar al primer cajón de cualquier estantería dispuesta a más de metro y medio, resulta del todo improcedente entonar el 'do' de pecho a favor de la pederastia, violación o cualquier tipo de agresión.
El alcalde de Vita pertenece al Grupo Municipal Popular de ese ayuntamiento y el partido que le fichó, el PP, ya le ha expulsado de su grupo, que no del partido porque es independiente. La decisión de dimitir es del regidor y, de momento, no lo ha hecho. Espero que los 78 habitantes de Vita lo tengan en cuenta de cara a los próximos comicios y le manden al aspirante de 'factor X pederasta' a dar el cante a otro sitio.
La reacción del PP de Ávila fue, obviamente, acertada. Se identifica al señor que canta alegorías al abuso a menores y se le echa de su lado. Pero este gesto ejemplar no parece ser el proceder de este partido en todo el territorio nacional. En el Ayuntamiento de Almería, por ejemplo, no se ha producido aún ni un sólo movimiento esta primavera tras la bochornosa campaña sobre agresiones sexuales en las que se mezcló la pederastia debido, indudablemente, a una manifiesta incapacidad de la concejalía responsable de dicha campaña.
El cartel con la foto de un menor triste con el eslogan 'Si dice no, es agresión' fue vergüenza local y nacional, pero en el consistorio almeriense decidieron que ahí no había pasado nada. De hecho, aún no se ha dado a conocer quién ha sido la persona responsable. Intentaron sibilinamente culpar a la empresa de publicidad que, de inmediato, se sacudió la culpa asegurando que hasta que no reciben el 'ok' de la clientela (el Ayuntamiento de Almería, en este caso) no mandan a imprenta nada de nada.
Obvio, los gastos no cubren la equivocación de la empresa contratada. Por lo tanto, el Ayuntamiento de Almería dio el 'ok' y si no se ha señalado a nadie es porque la responsable es la concejala Paola Laynez que, por otro lado, acumula ya una nada desdeñable lista de calamidades en su gestión. Lo decente y lo moral sería reconocer que no se está capacitada para llevar a cabo la tarea encomendada y dejar paso a otra persona, pero en Almería no. En Ávila lo han tenido claro: no queremos que este hombre que canta a la pederastia se identifique con nuestras siglas una vez que se ha destapado y conocido el error.
En Almería, no. En la 'mejor ciudad del mundo', su ayuntamiento permite que siga al frente de la Concejalía de Igualdad y Familias una persona que ha cometido el peor de los fallos que se pueden cometer. Y así nos va. Se inicia un nuevo curso político y con él, seguro, nuevos despropósitos.
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