Analfabetización mediática

¿No confían los políticos en los profesionales que conformamos la Asociación de la Prensa o es, más bien, al revés; que temen que a través de nuestros conocimientos se permita abrir un poco los ojos y alumbrar a quienes deben pensar por sí mismos el mejor modo de hacerlo? El año pasado ya se realizó este taller y quienes participaron en él, 135 alumnos y alumnas, aprendieron a desmontar bulos, a combatir la desinformación, a conocer la realidad de la prensa y la dinámica de los medios de comunicación. Además, se fomentó una mirada reflexiva y crítica para luchar contra las denominadas noticias falsas, esas que intencionadamente dan los poderes fácticos y que pueden hacer colar en algún medio.

Entre otras actividades, el alumnado de Secundaria aprendió a manejar distintas herramientas de verificación, además de luchar contra la desinformación, tanto en el papel de receptores de datos sesgados o erróneos, como en el papel de emisores, evitando compartir bulos con sus contactos en redes sociales. ¿Qué hay de peligroso en esto? Se trata, más bien, de evitar peligros, de advertir, quienes conocemos cómo funciona el aparato informativo, de sus errores y de cómo hacerles frente.

Es la segunda vez que el Ayuntamiento de Almería niega a la Asociación de la Prensa esta sana iniciativa. El año pasado, se presentó la misma al Área de Cultura y Educación para poder llevar a cabo este taller en colegios o dependencias municipales y tampoco fue atendida. En realidad, es probable que mi análisis de la situación esté siendo un poco más profundo de lo que realmente es. Yo considero que el equipo de Gobierno municipal y los otros dos grupos políticos que rechazaron la propuesta de los periodistas (Podemos y la extrema derecha) lo que quieren es torpedear que los jóvenes comiencen a tener herramientas para poder ser críticos en la lectura, visualización o escucha de las informaciones que les llegan a diario. Sin embargo, quizá la negativa municipal sólo se justifique para evitar que los medios pasemos a los colegios en los que se impartirían los talleres porque, a tenor de la última radiografía que ha realizado el sindicato CSIF, algunos están hechos una verdadera pena cuando es la administración municipal la única responsable de su mantenimiento. Puede que los cursos se tengan que impartir en la sede de la asociación y allí les tendremos que decir a los niños y niñas que nos hubiera gustado ir a sus clases pero que los políticos no nos dejaron. Una verdad como un pino. Y a partir de ahí, que piensen por sí mismos el por qué.