Ambigüedades y sombras
«Durante una hora y media de tertulia, de Prada expuso las ambigüedades y sombras de ideologías, culturas y moralidades para centrarse en la cantidad de tonalidades grises con las que estamos hechas las personas»
Marta Soler
Periodista
Jueves, 26 de septiembre 2024, 23:05
Esta semana asistí a la presentación del último libro de Juan Manuel de Prada en un acto que organizó este periódico en colaboración con la ... Fundación Unicaja. Ideológicamente, de Prada y yo nos parecemos como un huevo a una castaña, pero eso no supuso ningún obstáculo. Siento una profunda admiración por las personas que trabajan y que aman lo que hacen, que hablan con propiedad de aquello que conocen y que guardan prudencia si algo desconocen, que escuchan y que debaten de una manera sosegada y, sobre todo, que huyen de fanatismos.
Durante una hora y media de tertulia, de Prada expuso las ambigüedades y sombras de ideologías, culturas y moralidades para centrarse en la cantidad de tonalidades grises con las que estamos hechas las personas. Dijo muchas cosas y muy interesantes. Entre las que me llamaron la atención destaca el hecho de que asegura que en muchos lugares en los que ha presentado 'Mil ojos esconde la noche' ha habido gente que se ha marchado tras escuchar cosas 'que no le gustan', que no estaban en su ideario y que no quieren que lo esté para no modificar nada de su estructura ideológica forjada durante tantos años. En lugar de seguir escuchando, se marchan. Sin embargo, no se trata de mentiras, sino de verdades.
De Prada relataba hechos, cuestiones que han acontecido en un contexto determinado a unas personas concretas y que mostraron ser, eso, personas, con sus necesidades y, sobre todo, sus posibles errores. De Prada ha realizado una ingente labor de investigación previa a la escritura de su novela y, fruto de ese estudio, surgen los hechos que se relatan y que son difícil desmentir; otra cosa es que pueden tener una justificación. Ahí, precisamente, de Prada no entró. Es más, reconoció que existían motivos por los que muchos personajes de su novela se mostraban como lo hicieron por el contexto histórico que les tocó vivir.
Y es que, efectivamente, las personas estamos plagadas de contradicciones. Dejamos atrás la década de los 40 de la que hablaba de Prada y regresamos a 2024, fecha en la que Alberto Núñez Feijóo ha dado a conocer su idea de aprobar una Ley de Conciliación con la que quiere que los partidos se «retraten». Es reconfortador ver que el PP ha dejado atrás su rechazo a las leyes de paridad, de igualdad y, también, de conciliación y se proponga apoyar todas estas políticas que tratan hacernos una sociedad mejor. En su contexto 'histórico', cabe recordar que el PP interpuso un recurso de inconstitucionalidad, en 2019, por la ampliación del permiso de paternidad y por la puesta en marcha de planes de igualdad y paridad en las empresas. El PP se 'retrató' hace cinco años con esta cuestión. Precisamente, quiero pensar que porque estamos llenos de matices y de grises, ahora Núñez Feijóo se ha enmendado a sí mismo y se ha puesto la igualdad por bandera, aunque su futura ley tenga –por lo que hemos podido conocer- algunas goteras aún por solventar y un montón de tonalidades negras, como los incentivos a la maternidad y paternidad, de los que hablaremos más adelante.
Y así somos, una contradicción andante. Lo mismo sucedió con la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, con la ley contra la violencia de género, etc. Donde antes hubo un 'no' rotundo, ahora se abren las puertas, se mira al horizonte y se sale del contexto que tocó vivir y en el que, sistemáticamente, se trataba de poner freno a todos y cada uno de los avances que se han instaurado en este país en materia social y familiar. No les esperábamos, pero sean bienvenidos.
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