Vivir con los gatos
A veces surgen proyectos que nos mejoran como seres humanos, porque para llevarlos a cabo se necesita una capacidad especial para amar a los seres ... vivientes, sin olvidar a los humanos, por supuesto. Entre ellos, uno de los más extendidos es el de la protección y la regulación del trato que debemos dar a los más vulnerables, que son los animales, especialmente aquellos que se acercan a nosotros y comparten nuestras vidas, porque están domesticados, es decir, que de una manera casi misteriosa son capaces de convivir con nosotros y lo más importante, comprendernos.
Quiero hablar hoy sobre los gatos, que de un tiempo a esta parte están obteniendo las atenciones, merecidas después de cientos de años, por parte de las medidas legales, que proporcionan los países avanzados para proteger a esos seres inocentes de las maldades conscientes que perpetran algunos humanos. Como consecuencia, están surgiendo iniciativas en muchas ciudades para regular la convivencia con los animales en general y con los gatos en particular, pues tienen un espíritu libre y una capacidad para reproducirse y sobrevivir en situaciones difíciles que ya quisiéremos los humanos.
En Granada, nuestro Ayuntamiento ha presentado recientemente un «Plan de gestión ética de colonias felinas en Granada» para regular la presencia de los gatos en nuestras calles, desde siempre. Se trata de evitar «situaciones de descontrol, superpoblación y entornos inadecuados, que desembocan en la existencia de animales que carecen de bienestar», como dice el texto municipal, que se basa sobre el método CES/CER, es decir, «captura, esterilización, suelta o retorno» todo ello, aplicado desde un enfoque ético, buscando la salud y el bienestar de los felinos.
Más allá de estas medidas que marcan las indicaciones, ya hay estudios científicos que nos señalan los «beneficios psicológicos de tener y acariciar a un gato». Son los siguientes: Reducir las enfermedades cardiovasculares y los niveles de estrés, ayuda a relajarse; Nos dan dosis de alegría con sus juegos, sus sustos, sus reacciones divertidas ante las sorpresas…;Ofrecen cariño, a su estilo, claro está, son muy buenos compañeros para las personas solas, pues su presencia es siempre agradable; Ayudan a superar las depresiones, y a disminuir los efectos de la depresión así como a prevenirla; Genera una sensación de bienestar, que es producida por la liberación de oxitocina, que produce un efecto calmante y relajante en el cuerpo y por tanto, con la sensación de bienestar es más difícil que se desarrolle un trastorno del estado de ánimo. Las investigaciones de varias universidades han descubierto también las mejoras del sistema inmunitario: ayuda a los niños con trastornos del espectro autista, ya que este tipo de niños sienten una mayor conexión con las mascotas que con los iguales. Al liberarse oxitocina cuando se acaricia a un gato, ayuda al aumento de los sentimientos de amor y confianza, y por ese motivo pueden comunicarse mejor con los gatos que con los humanos.
Los egipcios sabían lo que nos legaban cuando nos dejaron a los gatos ya entrenados y preparados para hacernos la vida agradable.
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